Capítulo 1: Llegada a Hogwarts

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Abrí la puerta del compartimento en el que siempre viajaba con mis amigos. Ellos me recibieron con un aplauso y una gran ovación. 

—Bienvenida, capitana —me saludó Gabe con una amplia sonrisa.

—Gracias, gracias. Firmaré todos los autógrafos que queráis cuando lleguemos a Hogwarts —anuncié.

Tomé asiento a su lado, quedando frente a una muchacha de cabello castaño que me miraba con sus brillantes ojos color chocolate.

—¿Qué tal el verano, Catherine? —le pregunté.

Cat era mi mejor amiga, nos conocíamos desde pequeñas, pues nuestras madres habían estudiado juntas. Normalmente nos veíamos durante todo el mes de julio, pero en agosto casi no pasábamos tiempo juntas porque cada una se marchaba a un lugar diferente de viaje.

—Genial —respondió con una sonrisa—, fuimos a Francia una semana y después mis padres me llevaron a la playa en España —nos contó.

—Y sin embargo mira, sigues igual de paliducha —bromeé, a lo que ella respondió lanzándome una rana de chocolate a la cabeza.

—No le hagas caso, Cathy, solo tiene envidia —respondió Gabriel.

El muchacho esbozó una sonrisa, mostrando sus blancos dientes que contrastaban con su piel de un bonito color tostado. Gabe tenía a la mitad de alumnas del castillo coladas por él, y no las culpaba, era muy atractivo. 

Me estiré y me tumbé, apoyando mi cabeza en su regazo. Cuando me hallé cómoda, comencé a abrir el envoltorio de la rana de chocolate que, apenas unos instantes atrás, había golpeado mi cabeza.

—¿Te entretienes? —le pregunté al muchacho, que había comenzado a trenzar los mechones de cabello que escapaban de mi moño.

—Mucho —contestó sin detenerse, como si se encontrara en mitad de una importante tarea.

No pude evitar esbozar una sonrisa ante aquella absurda situación.

—¿Y tú qué has hecho, May? —Esta vez habló Catherine.

—He estado un poco aburrida sin poder jugar al quidditch con vosotros —admití.

La joven rió ligeramente.

—¿Os habéis parado a pensar qué sería de nosotros sin ese deporte? —preguntó Gabriel.

—Para empezar, Gabey, tú no estarías aquí —apunté.

El muchacho abrió la boca para protestar, pero se dio cuenta de que yo tenía razón. Catherine y yo habíamos entrado en el equipo en nuestro segundo año. Jugábamos de guardiana y cazadora respectivamente. Un año después, Gabe había hecho las pruebas y se había quedado uno de los puestos de golpeador.

—En realidad, si estás aquí es por mí —comentó Catherine, ambos la miramos sin comprender—. ¿No recuerdas lo mal que le caías a May al principio?

Gabe soltó una fuerte carcajada, a lo que yo fruncí el ceño.

—Es normal que me cayese mal, lo primero que hizo fue tirarme de la escoba —me defendí.

—¡No fue a propósito! —exclamó poniendo los ojos en blanco—. Estaba nervioso, era mi primer entrenamiento.

—Sí, tu primer entrenamiento y la excusa perfecta para golpear a tu futura capitana con una bludger y tirarla de la escoba —apuntó Catherine—. Eso es empezar con buen pie una amistad, Gabe.

—Menos mal que tú estabas ahí para hacerme entrar en razón, Cat —dije dedicándole una sonrisa a mi amiga.

En aquel instante, pasó frente a nuestro compartimento un grupo de chicas de nuestra edad. Todas ellas se detuvieron un momento y echaron un breve vistazo al interior, como si buscaran a alguien.

—Bueno, señoritas —dijo Gabe poniéndose en pie de improviso—, debéis disculparme.

—Podrías avisarme antes la próxima vez —me quejé, pues al levantarse, mi cabeza, antes apoyada en su regazo, se había golpeado contra el asiento del compartimento.

—Lo siento, May —se disculpó esbozando una media sonrisa a la par que abría la puerta—. Catherine —se despidió con un leve asentimiento.

Gabe cerró la puerta del compartimento y se marchó por donde lo habían hecho aquellas chicas.

—Menudo imbécil —masculló Cat.

Me incorporé y enarqué una ceja.

—¿Qué te pasa? —le pregunté, y al no recibir respuesta por su parte añadí—: Esto no es ninguna novedad, ya sabes como es Gabe.

La muchacha se cruzó de brazos y desvió su mirada hacia el paisaje, con ceño fruncido.

—¿Cat? —Ante el silencio como respuesta, me senté junto a ella—. ¿No será que estás un poco...

Catherine me impidió terminar la frase.

—No lo digas, May. No me gusta Gabe —dijo volviendo a posar sus ojos marrones en mí—. Ni me gusta, ni me ha gustado, mi gustará. No quiero hablar del tema.

Asentí ligeramente y salí un momento a comprar algunos dulces. Sentí algo de lástima por mi amiga, estaba segura de que después de tantos años, Gabriel se había ganado un lugar más que grande en su corazón. Pero entendía que no quisiera estar con alguien así, que reprimiera sus sentimientos. Al fin y al cabo, el muchacho nunca había tenido una relación medianamente seria, eso no iba con él.

⚯͛

McGonagall se aclaró la garganta antes de comenzar con el habitual discurso de principios de curso.

—Bienvenidos un año más al colegio Hogwarts de magia y hechicería. Antes de dar comienzo al banquete, me gustaría decir unas palabras acerca de lo que este nuevo curso os depara, además de recordaros que no se permite a los alumnos deambular por el castillo a deshoras, ni entrar en el Bosque Prohibido —La bruja se acomodó sus pequeñas gafas antes de proseguir—. Este curso se dará mucha más importancia al quidditch, puesto que tendrá lugar un importante acontecimiento mágico.

Mi corazón se aceleró considerablemente al escuchar aquellas palabras, por primera vez sentía que merecía la pena escuchar el discurso de bienvenida de McGonagall. Mi mirada viajó hasta Gabe y Cat, que se sentaban frente a mí, ambos escuchaban con los ojos muy abiertos a la directora.

>>A lo largo del primer y el segundo trimestre, las cuatro casas competirán en diferentes partidos hasta que una se erija vencedora. Este proceso se llevará también a cabo en la escuela Ilvermorny, los alumnos estadounidenses seleccionados vendrán a Hogwarts y se celebrará un importante y apasionante torneo. Permanecerán dos semanas aquí, durante este tiempo asistirán a clases con vosotros, así que quiero que, ante todo, los integréis y les hagais sentir como en casa —McGonagall recorrió con su mirada a los alumnos, que la contemplaban en silencio—. Os deseo un buen inicio de curso, que comience el banquete —finalizó con solemnidad, y, con un gesto de su varita, la comida apareció ante nosotros.

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¡¡Preeeegunta!!

¿Cuál es vuestra canción preferida?

La mía es Yesterday de The Beatles ^^

Si queréis que las preguntas giren en torno a una temática en concreto, acepto sugerencias :)

Espero que os haya gustado este capítulo u.u





Under your skin➳ May LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora