Capitulo 3: NUEVO TRABAJO?

94 9 0
                                    

Todo mi ser deseaba que no me encontrara a Carlos , al menos no aún. Todo en lo que podía pensar era: "por favor, que no esté".

Al entrar no lo vi por ningún sitio y aunque me relajé un poco no lo pude hacer del todo ya que sabia de que aún había posibilidades de que me lo encontrara. Mi mente seguía dando vueltas y vueltas cuando de repente, una voz llamándome interrumpe mis pensamientos. "Que no sea él por favor" rezó mi mente.

Al girarme me encontré con Aida, la madre de Carlos. Aida era una mujer con muy buen humor, positiva y agradable, y que si necesitabas algo ella daría todo para ayudarte, por eso la admiraba! Ella era la típica persona que se pasaba el día sonriendo y que aunque algo malo pasara, siempre encontraba la manera de sacar una parte positiva al problema.

- Nara, cariño! Hacia mucho que no nos veíamos, cada vez que vienes estás más grande... Y más guapa! Dime, ya tienes novio, verdad? - dijo con una sonrisa de mejilla a mejilla.

- No, Aida, aún no y espero que sea así durante un buen período de tiempo -dije yo, respondiendo con una risa nerviosa.

- Estoy segura de que tienes algún pretendiente, o al menos que estás enamorada de alguien, me equivoco? - me preguntó con una mirada cómplice.

- Bueno, algo así, ... - respondí y yo estaba pensando "Ay! Si supieras que estoy enamorada de tu hijo...!"

- Vamos a buscar a Antonio, que seguro que estará ansioso por verte. - me cogió el brazo dirigiéndome hacia la pequeña cocina, y ahí volvía a estar mi mente rezando para no tener que encontrármelo... De repente la voz de Aida llamando a su marido interrumpe mis pensamientos- Antonio, mira quién esta aquí!

Antonio con una cara confusa se gira, y al verme su cara pasa de confusión a de sorpresa y sus pequeños ojos marrones se iluminan. Él siempre me decía que para él era como una hija más.

- Pequeña! -  me dijo con los brazos abiertos de par en par, esperando para recibir un abrazo de mi parte, al recibirlo me estrecha fuertemente y me pregunta - que hacéis aquí?

-Pues... verás ... que he decidido hacer un cambio de aires y me quedaré a vivir aquí provisionalmente - respondo con inseguridad, ya que no sé que pensarán.

- De verdad? Pero vivirás con tu tío?

- No, viviré en un pequeño piso que han alquilado mis padres durante mi estancia. Y como no quería dejar los estudios, me han apuntado a bachillerato aquí y a la vez intentaré encontrar un trabajo para hacer unas horas y de esta manera ganar algo de dinero.

- En serio? Pues aquí necesitaríamos a una persona que nos viniera ayudar algunas tardes y fines de semana, ya sabes para que nosotros que ya empezamos a estar un poco viejos, podamos descansar. Así que si estas interesada, sabes que nosotros estaríamos encantados de que nos ayudarás.

- Vaya! Muchas gracias, a mi me encantaría ayudaros! - dije con una sonrisa de oreja a oreja. Este seria mi primer trabajo, no saben lo agradecida que estoy con ellos.

- Pequeña, ya sabes que te ayudaremos en todo lo que podamos - dijo con un tono de voz sincero.

- Lo sé, y vosotros sabéis lo mucho que agradezco todo lo que hacéis por mi familia y por mi - respondí yo.

- Siento interrumpir vuestra conversación, pero creo que deberíamos irnos a comer antes de que se haga más tarde - dijo mi tío con un tono impaciente pero siendo amable, ya que el siempre come muy pronto y al llegar nosotros había adaptado su horario al nuestro.



Mayor que yo! *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora