~ Capítulo 1 ~

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Caminó sin rumbo en el bosque tenebroso y frío, sin saber dónde se encontraba, pero una cosa era segura, ella volvería a casa, cómo?, no sabía. Se adentro en la parte mas oscura y profunda del bosque, solo se encontraban árboles tétricos que aparentaban que la observaban a medida que avanzaba. "No puedo ver casi nada" pensaba, sin percatarse que un objeto se encontraba tirado frente a ella haciéndola caer en la nieve, se dio la vuelta y visualizó lo que le había provocado la caída, se acercó a éste para después tenerlo entre sus manos, "Es una linterna", trató de prenderla, pero no encendía. La llevó consigo para encontrar algo con que prendiera, caminó y caminó, hasta descubrir una casa con un molino, corrió, para luego quedar frente al umbral de la choza.

- Hola?- tocando la puerta-, hay alguien ahí?- se alejo de la entrada instantáneamente al ver como se abría sola.

Asomó su cabeza al interior de la vivienda sin localizar a alguien, "Al parecer no hay nadie", ingresó con cautela, con su mirada recorrió el lugar, abandonada, esa era la palabra que describía ese sitio, colocó la linterna en una mesa que estaba en la sala de estar, se posicionó frente a la chimenea descuidada, giró su visión a un costado, leña, justo lo que necesitaba, tomó unos troncos y los dejó en la chimenea, para acto seguido tratar de encenderla.. lo consiguió, se sentó frente a ésta para entrar en calor, su pobre cuerpo estaba más frío que un cadáver.

- Mañana tendré que emprender mi camino..

Se dio la vuelta y se percató que lo único que brillaba en la casa era el fuego delante de ella, fijó su vista en un pequeño brillo debajo de la mesa, gateó hasta ésta y tomó el objeto con cuidado, era un frasco pequeño con un líquido negro en su interior, "Qué es esto?", mirándolo con curiosidad, se puso de pie y quedó frente a la linterna encontrada anteriormente, un tubo salía de un costado, "Y si...", abrió el recipiente y vertió el líquido en éste, poco a poco una llama empezó a aparecer, y de la nada comenzó a temblar, pero de inmediatamente paró, tomó la linterna y subió las escaleras. Al llegar, fijó su mirada en el pasillo oscuro y frío, cuatro puertas, dos a la derecha y dos a la izquierda, optó por las de la diestra, caminó hasta la primera puerta, la abrió, y contempló un cuarto matrimonial con dos mesitas de noche a cada costado, un armario, una silla en una esquina de la habitación y una ventana que dejaba entrar la luz de la luna.
Se adentro al cuarto y cerró la puerta tras de sí, posicionó la linterna en la mesa al lado de la cama, para después colocarse delante de la única silla de ese lugar, poco a poco desprendió toda la ropa que llevaba puesta para dejarla encima del objeto, "Debe haber algo en el armario que me sirva", se acercó a éste y lo abrió, un camisón blanco y largo se encontraba colgado, lo agarró y se lo colocó.

Caminó hasta la cama, luego, se sentó en esta al lado de la linterna, se cubrió con las sábanas y observó por última vez la llamita de la habitación a su lado.

- Buenas noches...- y cayó en los brazos de Morféo.

Bestia (Más allá del jardín) y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora