Prologo

718 56 2
                                    


El comienzo de una maldición.

Frías gotas caían en la tierra , había sido el comienzo de una pesadilla para la familia Katsuki , la señora Hiroko Katsuki lloraba en la vereda de la calle mientras abrazaba a sus cachorros.

Estaba golpeada, herida y maltratada. Acariciaba el rostro de sus pequeños gemelos de aproximadamente un año de edad, nuevamente su esposo había llegado borracho y la había golpeado, se sintió agobiada , cansada de esa actitud así que había tomado la decisión de abandonar la casa.

Día tras día se vio a una mujer luchadora que daba todo por sus gemelos.

Había pasado ya unos meses desde que Hiroko había abandonado su casa y trabajado en una florería de Rusia ¿Y qué hacia allí?. Su miedo y reacción de su esposo la obligaron a dejar su tierra natal para luego retomar su vida en otro país realmente lejano.

-- Hiroko ¿Has preparado los jazmines?, bien sabes que son órdenes del rey y su comitiva muy pronto vendrá a la tienda por ella --

La japonesa simplemente asintió con la cabeza , un gran arreglo floral dedicada a su majestad ,el nuevo zar de Rusia , todo el mundo se preparaba para el mayor festejo del país condecorando al nuevo gobernante , se decía que era un alfa guapo , sumamente honorable y contraería matrimonio con la duquesa Lilia Baranovskaya , alguien también de la realeza o eso decían , mujer con alto nivel socio económico. Los compueblerinos estaban feliz por el zar y futura reina pero varios rumores ,claro de personas malintencionadas daban a comentar que es mujer era una hechicera.

Todos habían sido invitados a la boda mientras Hiroko había planeado simplemente arreglar las flores y retirarse.

La noche llegó, altos y bajos , mujeres y hombres , omegas, alfas y betas preparados para la noche de la ceremonia. Mientras tanto la omega se dedicó a preparar a sus pequeños para llevarlos a dormir , grande fue su sorpresa cuando unos minutos más tarde llegaron varios oficiales a su pequeña casa.

--¿Señorita Hiroko, es usted?-- Los oficiales del reino exclamaron al unísono mientras la japonesa sólo se dedicó a asentir levemente con la cabeza.

-- La orden del rey fue exactamente que todos estuvieran en la fiesta, ¿Cuál fue el motivo de su ausencia? -- la japonesa suspiró pesado mientras tomo aire y le había contado a los guardias el motivo el cual ella estaba viviendo en Rusia y sobre sus pequeños cachorros que yacían dormidos en una pequeña cama.

Los soldados empezaron a comprender su situación pidiendo que de igual manera participara por lo cual ella asintió levemente preparando sus cosas, estaba confundida pero a la vez feliz, podría volver a ver como quedaron sus arreglos florales y ver el prestigiado castillo del zar .

Con suma paciencia preparaba a sus dos cachorros ,con sumo cuidado los cargo a ambos llevándolos en destino de el castillo y siendo escoltada por los caballeros que sonreían sin creer lo que estaba sucediendo.

Luego de la llegada de los caballeros todos actuaban de manera extraña, por lo que la mujer se sentía muy tensa. En la velada paso completamente desapercibida en medio de la multitud mientras sus pequeños se limitaban a observar el interminable grupo de personas por lo cual ella sonrió.

Yuuri era el gemelo dominante mientras Shuri simplemente se estiraba de los ropajes de su madre no tratando de alejarse de ella, el pequeño Yuuri después de andar correteando por las esquinas paso a desaparecer de la vista de su madre por lo que Hiroko había tomado coraje y buscar con desesperación a su pequeño.

Los guardias alarmados decidieron dispersar a la multitud de gente que se encontraba sin resultado alguno. A Yuuri lo había comido la tierra y la señora Hiroko ya no tenía ideas simplemente se limitó a sollozar en la esquina del palacio sin encontrar a sí pequeño.

El pequeño niño gateando por los pasillos del palacio sonreía sin cesar maravillado por todo el lugar, estaba vacío, frío y solitario por lo que el pelinegro se alarmó ya no teniendo posibilidades de encontrar a su madre por lo que simplemente rompió el llanto. Cierto príncipe oyó los lamentos de aquí el bebé y se sintió curioso caminado por aquel pasillo lo encontró, un niño pequeño lloraba aferrado a una silla balbuceando quien sabe qué, el príncipe alarmado lo tomo entre brazos y se dispuso a buscar a la madre, el niño lo miraba tan fijo que de alguna u otra manera el príncipe se sentía muy nervioso razón por la cual se detuvo.

Se decía que los omegas y alfas destinados se reconocían de inmediato,no sólo en aroma sino de vista y el príncipe, futuro zar Yakov lo había encontrado razón por la cual caminó en dirección a la pequeña omega que sollozaba en la esquina del palacio. Dos miradas cómplices, dos miradas se conectaron en un instante mientras el alfa se limitó a soltar un chillido inocente, la felicidad de Yakov era visible pero esta no sería duradera,ya que tras el estaba su esposa ya preparada para dar el primer baile con su majestad el zar .

El futuro zar dio dos pasos atrás y simplemente hizo un gesto de desaprobación mientras el rostro de la mujer lentamente se demacraba , arrojando al suelo el ramillete de flores mientras estos sin razón aparente se empezaban a marchitar, el pequeño Shuri ya un poco mas abierto se atrevió a correr al encuentro de aquella mujer y volviéndole a entregar mientras aquella mujer despedía un aura malévola. Hiroko al tratar de evitar que su pequeño hijo tomara el ramillete de rosas muertas recibió un ligero grito de advertencia.

-- ¿Así que este sería el final?... No esperaré que ella me quite mi lugar
... Le quitaré lo más preciado que tiene y el poder de elegir entre una u otra cosa... Tus hijos jamás serán felices... ¡¡¡Y tu siempre estarás maldita!!! Al igual que tu descendencia. Y este ramillete de rosas muertas te recordará lo miserable que será tu vida... ¡¡Todas las rosas que toques se marchitaran al igual que tu cuerpo!! --

La mujer desquiciada mencionó algunas palabras casi inaudibles mientras se veía como aquel niño que ya llevaba en sus brazos caía rendido y sin energía.

La omega ya no entendiendo que hacer cayó de rodillas mientras el pequeño Yuuri corrió a su encuentro pero fue muy tarde,el aura ya se había dispersado ,la omega y su pequeño ya habrían sufrido un hechizo.

El zar sólo vio desaparecer a la mujer dejando el ramo de rosas en el suelo y en el aire su aterradora voz.

Cuentan que Hiroko había tomado la decisión de suicidarse al no saber más nada de su pequeño mientras Yuuri fue criado como un príncipe por el mismo Yakov que aún no pudo entender lo que ocurrió en ese entonces Yuuri fue privatizado de su libertad al ser un "omega" gracias al hechizo sin olvidar su apetito voraz hacia la carne humana. La gente dejo de hablar...Y las verdades se convirtieron en rumores y los rumores en leyendas.

Tres maldiciones,un príncipe,una vida,un sueño... Y rosas muertas de por medio.

En mi vida jamás ha florecido una rosa para mi... Pero no puedo apartar mis ojos de esos ojos color mar que me hipnotizan...

¿Tu florecerás en este rosal marchito?

Rosas Muertas-Viktuuri-_ omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora