머리말

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Bien dicen: "otorga poder a una persona y conocerás su verdadero ser". El poder puede cegar hasta al más humilde de todos, es un arma de doble filo. Y así sucedió con León I, "El Magno", en el año 461 del calendario cristiano. En su avaricia, el cuadragésimo quinto Papa rompió una de las leyes más sagradas para la Iglesia de Exorcistas, poniendo en práctica el arte prohibido del ocultismo.

León estaba enfermo de ambición, él creía que tenía un poder que los demás no, un poder que el mismísimo Dios le había entregado; era obstinado, necesitaba cumplir con su capricho para demostrar que su sangre era celestial. Entonces, junto a algunos miembros eclesiásticos creyentes de su divinidad, y pecando por su inmensa ignorancia, el cuadragésimo quinto Papa realizó un ritual de invocación, en un intento de traer a la Tierra a los ángeles. Su convicción y obsesión sobre temas que aún eran desconocidos convirtió a la zona de la actual ciudad del Vaticano en un infierno de sangre.

Tan solo se necesitó de un hombre carente de cordura, pero envuelto en codicia, para que el orden de las cosas como se conocían diera un giro que nadie podría imaginarse ni en sus propias pesadillas.

Se originó un quiebre entre la dimensión del mundo mortal y la dimensión espejo, la cual no debería ser vista ni tocada jamás. Del cielo no descendieron ángeles ni tampoco se presentó anomalía alguna..., pero del infierno, hasta los más temidos demonios ascendieron a la Tierra. Una enorme grieta se formó, haciendo temblar los suelos, desatando una conexión antinatural e irreparable entre los dos mundos.

Pronto se vería en el cielo aquello que en el futuro se conocería bajo el nombre de "falla", grietas dimensionales, portales, o agujeros de polvo negro, por donde los demonios podían ingresar y traer consigo el caos para la humanidad. Los días oscuros estaban a tan solo una vuelta de página, pero el cuadragésimo quinto Papa, León I, jamás lo supo, ya que, junto a su avaricia, llegó su inminente muerte.

Durante siglos, la humanidad tuvo que aprender a adaptarse a estas nuevas amenazas. Aquellos seres oscuros que provenían del inframundo trajeron consigo pestes, caos, ruina, crisis económica y mucho más. Sin embargo, tal como la energía evoluciona, también lo hicieron los humanos. Con el tiempo, nuestra raza desarrolló habilidades y se perfeccionó en las artes divinas, el ocultismo y la magia blanca; se cree que la ayuda celestial formó parte de este avance.

Las leyendas cuentan que la grieta jamás fue encontrada y seguirá abierta por la eternidad, oculta del ojo humano, continuando con la anomalía que une ambas dimensiones. Y que los demonios, esclavos del deseo de poder, harán de la Tierra un festín de sangre y sufrimiento con el fin de prepararla para el retorno del Señor Oscuro, el cual, más que nunca, codicia adueñarse de la creación de Dios.

Voodoo People | TaeKook (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora