Las maravillas de la vida

Perdoname

Hola, soy Valentina, voy a comenzar contándote, como comenzaron mis problemas, al leer este capítulo pensaras que lo que ocurrió era bueno, pero... yo no sabía que esa reconciliación me llegaría a causar tantos problemas, y sería el principio de una gran tormenta, bueno no te diré más para no causar Confusiones, espero que sigas descubriendo mi historia hasta el final.

Llevo horas caminando bajo la lluvia, tengo frío y mucho sueño, pero eso no se compara con el miedo que siento, no sé si seguir caminando o rendirme y que me encuentre, me arrepiento tanto de no haberme quedado en casa viendo una película deprimida en mi soledad.
A lo lejos logro ver la calle donde se encuentran los edificios de departamentos, si yo vivo en uno de ellos, completamente sola.
Se preguntarán ¿ Que hace una muchacha de 17 años viviendo sola?, bueno pues la respuesta es que mis padres murieron el año pasado y me dejaron muchísimo dinero.
Mi padre tenía una empresa, donde evidentemente el era el jefe y mi madre era una exitosa abogada.
Al morir mis padres, mi primo hermano se quedo con la empresa hasta que yo termine la universidad y cada mes me va depositando gran parte de las ganancias, o eso creo, la verdad no sé mucho de esas cosas.
Cuando voy doblando la esquina siento que alguien está siguiéndome y de inmediato entró en pánico, la calle está completamente Solá debido a la lluvia.
¿Porque me pasan estas cosas a mi? Comienzo a correr sin mirar atrás, total ya estoy cerca. Voy llegando al final de la calle pero en ese momento choco con alguien y al subir la mirada me doy cuenta de que es el ¡ME ENCONTRÓ!
-Hola preciosa, ¿te escondías de mi?, que mal educada - dijo el acariciando mi mejilla y yo solo me estremecí por el contacto
-...am..yo...yo no- el solo se reía mientras yo moría de nervios queriendo huir lo más pronto posible de ahí
- escúchame muy bien lo que te voy a decir- dijo cambiando su rostro a uno muy frío y enojado-
- amj- fue lo único que logró salir de mi boca
- última vez que huyes de mi de esa manera ¿entendiste?- yo no contesté, solo me quede callada mirando el piso y temblando
- ¡TE PREGUNTE SI ENTENDISTE!- me tomo bruscamente de las muñecas
-s...si- le respondí temblando
- muy bien, ahora vamos a tu departamento- inmediatamente logre comprender su objetivo y mis manos comenzaron a temblar más de lo que ya lo hacían
- no, no por favor, te lo suplico, ya no más- le respondí temblando y a la vez suplicando a ver si podía apiadarse un poco de mi
-No te pregunte si querías o no, ahora vamos a tu departamento y cuidado y se te ocurra gritar o correr por qué ya sabes cómo te va - me jaló del brazo y me guío hacia mi departamento y yo solo iba rogando que se apiadara de mi y me dejara ir sin ningún rasguño.

Al llegar a mi departamento, ya esperaba el primer puñetazo o cachetada, pero nada pasó, por lo pronto, el solo fue, se sentó en el sillón y volteo a mirarme.
-siéntate- corrí a sentarme ya que no quería hacer nada para provocar que me golpeé- Valentina yo... siento tanto todo el daño que te he hecho, siento a verte gritado y golpeado, se que no merezco tu perdón- dijo mientras una pequeña lagrima corría por su mejilla, yo lo miraba asombrada, sin saber qué decir.

Lo siento tanto, no les he contado quién es el, bueno pues el es mi primo Lucas, el se encarga de venir todos los días a verme por órdenes de mi tía, ya que era una de las condiciones para vivir sola, pero el siempre venía borracho o drogado y me golpeaba.
El y yo nunca nos llevamos muy bien, desde niños el me tenía mucho odio porque cuando yo nací su hermano Dylan ( el que está a cargo de la empresa) me prestaba más atención a mi que a su hermano, y Lucas sentía que yo le quitaba a Dylan,pero por más que yo le explicaba que las cosas no eran así, nunca me escucho y su odio por mi crecía cada vez más.
-¿No dirás nada?- se notaba un poco incómodo, ya que movía constantemente sus manos y rascaba su nuca.
- es que...yo..am...me sorprende que quieras disculparte después de un año de comportarte con migo de esa manera.
-si lo sé y se que es difícil para ti tanto como para mi, pero he decidido cambiar y si eso implica intentar compartir a mi hermano contigo lo voy a hacer- dijo tomando mis manos, acto que me sorprendió muchísimo.
- ¿Lucas y que fue esa actitud afuera?- yo solo veía nuestras manos unidas.
- si lo sé, lo siento, es solo que tenía miedo que no me quisieras escuchar.
¿Entonces? Podrías perdonarme.
- ¿Porque ahora?
-sinceramente no lo sé Val, siento que necesito protegerte, más que hacerte daño y se que quiero cambiar, pero para hacerlo necesito tu perdón
- está bien, pero por favor ya no vuelvas a golpearme y a pesar de todo lo que me hiciste, yo realmente te quiero, eres mi primo y te necesito, hoy más que nunca.
- Val, lamento tanto lo que te he hecho, perdóname primita- dijo abrazándome, cosa que hace años no hacía.

Por primera vez en mucho tiempo, hice lo que nunca había hecho, sentarme a platicar con mi primo tranquila, sin miedo a que me haga daño y realmente se siente bien, un peso menos de encima de todo lo que soportó todos los días, pero mis problemas no acaban ahí. Lucas es solo una de las mil razones que tengo para no existir más.

Mientras platicaba con mi primo, un relámpago me asusto y yo grite, la tormenta aún no paraba y cada minuto que pasaba se volvía más fuerte.

-Bueno, creo que es mejor que me valla antes de que la tormenta sea peor.-
se levantó y tomó su chaqueta. En eso un relámpago sonó por toda la ciudad y yo brincaba del susto mientras mi primo reía.

- ¿y si te quedas conmigo?- el se sorprendió, y no lo culpo yo también lo hice, pero la verdad tenía mucho miedo de quedarme sola.
-¿estás segura de eso?
- am si, eso creo- lo mire y noté que comenzaba un debate en su cabeza si sería lo correcto o no.
- De acuerdo- dejó su chaqueta de nuevo en el sillón y un silencio incómodo nos invadió por completo.
- ¿quieres algo de cenar?- le pregunte intentando romper el hielo.
- claro ¿y tú?- preguntó parándose para ir a la cocina.
-igual que te parece si para celebrar que seremos verdaderos primos de ahora en adelante hacemos una noche de películas, hacemos pizza y palomitas
- me parece genial- dijo dándome una sonrisa.

Me sentía genial, por fin mi primo intentaría llevarse bien con migo, yo siempre lo he querido a pesar de los golpes y los insultos, lo veía cómo mi primo al que por más increíble que parezca lo quería, después de todo el es mi familia, de lo único que me quedaba.

Muchas veces las personas no valoran lo mucho o poco que tienen, y no me refiero a cosas materiales, si no a la familia, a mi solía no importarme mucho por decir un te quiero, un te amo, un abrazo, un beso, más sin embargo tenemos que aprender a aceptarlos y darlos con más frecuencia, prestar más atención a las pequeñas cosas, por qué una vez que ya no las tienes, comienzas a deprimirte y extrañar esas pequeñas cosas que te hacían sonreír.
Hoy  una vez  más creí que por fin podría comenzar a despreocuparme por mis problemas y comenzar a abrirme más con la gente, una vez más creí que mis problemas pronto comenzarían a desaparecer, qué tal vez podría darle más oportunidades a la vida, una vez más intente sonreír.
En este momento soy feliz porque creí que al tener a mi primo podría superar los demás problemas, pero estaba muy equivocada, eso no era más que el principio de muchos problemas y de comenzar la lista del las  razones por las que mi vida tendría que acabar pronto...

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Hola
Gracias por leer esta novela, intentaré subir un poco más seguido, espero que les guste y poco a poco fluyan más mis ideas y poder entretenerte un rato.