Hilos oscuros balanceándose entre sí;
Ojos cerrados, mente tranquila sin perturbar;
Nariz respingada y labios cerezas formando un tierno mohín;
Piel de terciopelo y pequeñas estrellas desparramadas por sus mejillas.
Solté un suspiro de tan solo ver tan sublime obra de arte. Mi corazón ya no podía soportar tanta dulzura y amor, se oprimía sofocante cada vez que mi aegi soltaba un soplido entre sus labios.
Sus graciosas pequitas me hacían sentir mareado sin razón. Todo mi cuerpo se sentía liviano, como si estuviera volando en lo más alto del cielo tratando de alcanzarlo...
No puedo creer que de entre todas las personas él me haya dejado entrar en su corazón, a mi y a nadie más. A él insolente, desagradecido y solitario Jongin. Y a pesar de haber roto su corazón en pequeños pedacitos aquella vez, me supo perdonar y abrir una parte oculta de su corazón para mi.
°×°×°×°×°×°
-Hyung, deja que te ayude...
-¿Hyung? Por qué no desapareces de mi vista mejor.
-No seas así... Solo trato de ayudarte. Si no lo hago la herida se pondrá peor. -su voz era casi un susurro lamentable.
-¡No ves que recibí una paliza por tu culpa! ¡Eres tan molesto que debo estar detrás de ti para salvar tu trasero!
Ni siquiera me había dado cuenta cuando fue que sus ojos comenzaron a brillar y pronto estaban derramando lágrimas acompañada con su voz quebrada diciendo.
-¡Si tanto me odias te hubieras hecho el ciego y haber pasado de largo! ¡Pero Hyung no digas que fue por mi culpa! -sus mejillas ya estaban llenas de lágrimas corriendo por ellas y mi corazón se oprimía en un dolor molesto. -Yo nunca hubiera querido que te hagan daño por mi culpa... Nunca, hyung.
Y con esas últimas palabras mi corazón tembló, pero no de emoción sino que de dolor y tristeza. Y más por el hecho de que Sehun no haya largado ni un solo lloriqueo, solo quedo allí con sus ojos brillosos y una expresión de pena. Soltó el algodón con alcohol que tenía en su mano, tomó su mochila y se fue con la cabeza gacha. Ese día no lució como el mismo Sehun mimado que hacía un berrinche cuando algo no le gustaba o se ponía triste, sino que ese día actuó como alguien al que habían pisoteado una y mil veces más y ya estaba cansado de pelear . Lo sabía... Se había cansado, se había hartardo de mi.
°×°×°×°×°×°
Y en ese preciso momento en que miraba a Sehun alejándose lo supe. Actuaba como un mocoso idiota porque no quería aceptar mis sentimientos, porque había caído perdidamente por él y no lo quería aceptar. Ese día me sentí como un idiota por haberle tratado así todo ese tiempo y por haberle roto su corazón sin piedad. Ver su rostro serio con la mandíbula apretada y sus lágrimas cayendo me dieron a entender que la había cagado completamente. Toda esa noche traté de consolarme pensando que al otro día Sehun ya lo habría olvidado y volvería a merodear a mi alrededor otra vez, pero nada de eso fue así.
°×°×°×°×°×°
Ese día llegué temprano al instituto, me senté a esperar donde siempre, movía mi pie impaciente y mantenía apretada la maceta con el pequeño cactus entre mis manos. Mi vista viajaba entre todos los alumnos que llegaban a clases, pero uno llamó mi atención. Al que estuve buscando todo el rato.
Justo en frente de mi llegó Sehun con su típico uniforme bien planchado y su melena peinada hacia abajo, agarrado a las cuerdas de su mochila turquesa cruzamos miradas y antes de que tuviera la oportunidad de levantar mi mano en modo de saludo este la apartó rápidamente y caminó hacia su amigo Baekhyun quien lo recibió con un apretón de mejillas y sacudiendo su cabello. Gruñí por dentro y tiré el tonto cactus que traía en las manos.
Ese día no llegaron los chillidos y grititos de Sehun a mis alrededores, ni su mirada acosadora en todo el día. No hasta que yo mismo me harté de no tenerlo a mi alrededor, ese día fue muy aburrido y solitario, como todos los días anteriores antes de que Sehun apareciera en mi vida. Me había acostumbrado tanto a su presencia que cuando menos me di cuenta ya estaba tan cómodo a su lado y también perdidamente enamorado.
Después de clases junté todas mis agallas para ir a recoger a Sehun en su clase, pero cuando llegué él ya se había ido, todo por la tonta profesora de biología que insistía en que escuchemos sus "importantes" anuncios sobre los parciales.
°×°×°×°×°×°
Luego de eso estuvimos una semana sin cruzarnos una sola palabra. Miradas furtivas era todo lo que podía obtener, pero a mí estúpido corazón no le bastaba eso. Tomé valor una vez más y esa noche recordé donde se ubicaba su casa, lo recordé por el día donde unos bullies estaban siguiendo a mi algodoncito y -como siempre- yo me metí para defenderlo. Esa tarde luego de clases llegamos con la respiración agitada y el corazón palpitante de tanto correr, pero eso no fue nada a comparación de como se puso mi corazón cuando Sehun me dio un pequeño besito en la mejilla como agradecimiento, esa noche no lo pude sacar de mi mente y creo que fue ahí cuando lo comencé a "odiar". Lo odiaba por haberse metido en mi congelado corazón como una gotera molestosa que gota a gota va inundando todo tu día.
Esa noche en la que decidí abrir mi corazón a Sehun él -Según su madre- estaba con un amigo estudiando pero yo sabía que no era así, había escuchado que Baekhyun saldría con su tonto novio esa tarde y por lo que calculo noche. Así que no perdí la esperanza y me fui hasta donde creía era la habitación de Sehun, una cortina turquesa estaba entreabierta dejando ver algunos posters de bandas en la pared y un pequeño cactus descansando en la ventana. Sonreí para mis adentros cuando me di cuenta que era el mismo o similar al que le iba regalar esa mañana y como un mocoso inmaduro la tiré.
Llamé a su nombre varias veces, rogando para que su madre no me escuche, luego de unos veinte intentos pude lograr llamar su atención. Y allí bajo la luz de la luna me sentí Shakespeare y le confesé mi amor, y por supuesto le pedí miles de disculpas.
Recuerdo como desapareció de mi vista y pensé que la había cagado nuevamente, pero pronto lo vi correr por el jardín para parar entre mis brazos y proporcionarme un abrazo que me hizo sentir cálido desde la cabeza a los pies. Ese día Sehun recibió su primer beso, un beso lleno de amor puro y sin alusiones. Solo un dulce beso de un tonto enamorado.
✨ ✨ ✨
-¿Hyung, qué te dije sobre mirarme mientras duermo? -mi pequeño bebé formaba un tierno puchero mientras se restriegaba los ojitos. -Me veo feo.
-Mi pequeño bebé se ve lindo todo el tiempo. -lo dije quitando sus manos de su rostro para dar besitos por toda su carita.
-Yah... Que molesto eres. ¿Quien es el que parece un bebe ahora?
-Lo sigues siendo tu, aegi.
El soltó un suspiro como fingiendo frustración. A Sehun ya no le gusta que lo trate como un niño, decía que pronto iba a cumplir 23 años y que era vergonzoso, pero se que al fin y al cabo le encantaba que sea meloso con él ya que siempre lo cachaba soltando unas pequeñas sonrisitas que eran invisibles para mi. Cada vez que le hablaba como un bebé y lo despertaba con pequeños besitos en todo su rostro se levantaba quejando pero siempre lo notaba, esa pequeña curva estirada en la comisura de sus labios cerezas. Era feliz.
-No vale la pena seguir intentandolo. Siempre vas a ser mi pequeño Sehun aegi.
-Y tu mi tonto hyung molestoso.
-Te amo, aegi.
-Te amo, hyung.
ESTÁS LEYENDO
He's a baby. « Kaihun »
Storie breviMal, mal, no te atrevas a tocar ni uno de sus cabellos Déjalo dormir bien, si... ✨