Sad.

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Que triste...

El tiempo pasa tan rápido que no nos damos cuenta.
Ni siquiera deja adaptarnos.

Y como no, aquellos lugares tan frecuentados, pasan a ser simples recuerdos.
Y como no, lo añoramos tanto que incluso nos dejamos llevar por la melancolía.
Y como no, sonreímos de forma tonta al recordar esos buenos momentos con los colegas.
Y como no, nos repetimos siempre la misma frase «Me ha pasado de todo por esos lares.»

«Pero que bien me lo pasaba»

Exacto.

Crecemos y olvidamos.
Olvidamos lo que es ser feliz.
Olvidamos divertirnos.
Olvidamos vivir la vida como querramos.

Todo porque crecemos y tenemos más responsabilidades.

Porque divertirse ya no entra en tú agenda.
Porque esta tan llena de que haceres que no puedes permitirte tal lujo.

La secundaria, el bachillerato, la Universidad, los máster. Nos consumen tanto... Que al final acabamos perdidos nosotros mismos.

Porque no nos tomamos un respiro para pensar si eso es lo que queremos hacer.
Porque lo hacemos por hacer.

Porque todos lo hacen.
Y si no lo hacemos viviremos debajo de un puente.

Un buen filósofo/profesor dijo una vez:

Nos preocupamos tanto por los títulos que olvidamos lo más importante.
Ser feliz.
¿De qué nos sirve el mejor sueldo del mundo sino somos felices?
No chaval, el dinero nunca llenará ese vacío.
Yo no soy rico, pero soy feliz y hago lo que más me gusta.
Ayudó a los demás.
Y enseño ha ayudar, y resolver los problemas propios con la filosofía.

Ah...

¿Cuándo vivimos la vida?

Si gran parte de ella nos lamentamos y lloramos...
Si nuestros momentos felices son espontáneos  en vez de frecuentes...
Si es más fácil decepcionar que enorgullecer...

Pero no.
Siempre nos repiten lo mismo:

«Eres joven, tendras tiempo para todo»

Ojalá.

De verdad que ojalá.

Pero no pasa nada.
La vida ya nos acostumbró a esto.

—BM.

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