Capítulo 3: Aún no te Rindas

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Moviéndose presuroso, Gabriel se acercaba poco a poco a la gran luz que había brotado como el retoño que florece entre las espinas poco tiempo atrás; si antes parecía una estrella por su lejanía, ahora parecía un resplandor muy cercano a lo que para él representaba una salida hacia la libertad, o al menos eso pensaba, eso era lo que motivaba a Gabriel a seguir su recorrido por el sendero que se había dibujado justo en el momento en que Gabriel se armó de valor para ir tras la luz, pero antes de poder llegar a su destino y lanzarse a la luz que estaba enfrente, Gabriel se detuvo y pensó lo que estaba a punto de hacer, ¿Realmente iba a cruzar esa luz sin saber a qué se enfrentaba o qué consecuencia llevaría su próxima acción, o solamente se aferraba a algo que solo representaba un símbolo en contra de la impotencia y desesperación al punto que ya no le importaba que pasaría con él? y en un arrebato de valentía absurda se dispuso a ir hacia adelante lentamente, pero justo cuando Gabriel estaba a punto de cruzar la luz que parecía una puerta o una especie de portal con dimensiones muy grandes se oyó una voz que provenía del pequeño espacio de donde había estado al principio.

-¡Espera!- escuchó Gabriel que se detuvo un segundo antes de dar el último paso hacia ése extraño túnel iluminado; él se extrañó de haber escuchado la voz de alguien, pues creía que estaba solo

desde que el ente que había conversado con él se había marchado.

-¡No lo hagas!- volvió a escuchar Gabriel mientras daba un paso atrás y giraba la cabeza sin saber por qué lo hizo, sintió una sensación muy extraña, como si se lo hubieran ordenado y se sintió aún más extraño porque obedeció tal orden como si fuera su dueño o una persona superior quién se la había dicho. Gabriel volteó la mirada bruscamente y observó con gran sorpresa que justamente en medio del área donde él se encontraba anteriormente estaba una persona y por el tono y agudeza de la voz que había escuchado, parecía que era una mujer, o al menos eso pensó él sólo que por la lejanía y la distancia y junto con la luz y niebla que acompañaba ése lugar, Gabriel no podía ver de quién se trataba.

-¡Si cruzas el portal estarás arrepentido y acongojado para siempre!- dijo aquella persona que mientras decía esto hacía una seña para que Gabriel viniera a su encuentro. Gabriel se quedó inmóvil, no sabía qué hacer, él se aproximó hacia el lugar de reunión con ésa persona, y aunque no sabía con certeza por qué lo estaba haciendo, seguía desplazándose de regreso a donde estaba. Mientras estaba emprendiendo su camino, Gabriel pensaba las razones por que lo hacía, podría ser porque sin razón alguna creyó las palabras con respecto al "portal" que estaba a punto de cruzar, o porque sintió un instinto de supervivencia que

hacía que tuviera esperanza en salir de su penosa situación con la ayuda de la persona que lo estaba esperando entre la luz y la niebla, es raro cuando piensas de más las cosas que haces o dejas de hacer, pero en ese momento Gabriel no estaba seguro de nada, así que prefería aferrarse a lo que estuviera más cerca de él en ese instante y por eso emprendió el camino de regreso a donde había estado.

Al estar a medio camino de su destino, Gabriel volteó hacia atrás y ver el estado del túnel que había dejado atrás, pensaba que podría escuchar lo que le tenía que decir la persona que le insistía en que llegara a su encuentro y después consideraría volver al portal blanco que poco a poco parecía una estrella lejana de nuevo. Sin embargo, la estrella parecía esconderse más y más en la oscuridad que se veía más espesa, el portal estaba desapareciendo.

-¡No!, ¡Alto!, ¡No te vayas!- decía Gabriel mientras trataba de llegar a donde estaba la estrella y alcanzarla nuevamente, pero al apenas intentarlo la mujer volvió a hablarle a Gabriel.

-Déjala ir y ven conmigo, tú y yo sabemos que es mejor para tus intereses que vengas a mi encuentro.- Él se volvió hacia donde estaba haciendo su recorrido y aunque un poco nervioso, llegó por fin al lugar de reunión con esa persona. Por la niebla que se hacía espesa cada vez más, Gabriel no podía ver de quién se trataba, solamente se podía divisar una silueta oscura, como una sombra de lo que parecía una dama de finos detalles.

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⏰ Última actualización: Jan 16, 2018 ⏰

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