Prologo

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Toda la mañana llevo pensando cómo será mi nuevo hogar, ¿si me gustara? ¿tendré amigos? Extrañare a mucho de aquí, pero no es decisión mía, ya está tomado. Escucho como mis padres recogen cajas y bolsas de la sala.

          - Khatrina, recoge todas tus pertenencias. Ya nos vamos.

Ya tenía todo preparado. ¿no me faltaba nada? Ya me despedí de todos. Solo faltaba una personita; no tengo mucho tiempo de conocerlo, pero me agradaba, me cae bien y es super buena persona. No entiendo cómo es que se la pasa solo, la mayor parte del tiempo. Era mi vecinito nuevo de alado, siempre me miraba con una sonrisa en su cara, que hacía que yo se la correspondiera. Solo un par de veces me llamo para hablar, pero no es que hablara mucho, era más de escuchar. Cuando no salía, no hablaba con nadie. Sentía que solo me hablaba y sonreía a mí ¿será que gusta de mí? No lo sabía, pero él si me traía. Él se burlaba de mis chistes malos, era educado y me regalaba cosas. Como fresas con leche condensada. Era penoso porque cuando se acercaba mis amigas, ya él no se reía y solo se quedaba serio, luego miraba a otro lado y buscaba un pretexto para decir que se tenía que ir. Había misterio en su mirada, eso me asustaba.

Sali de mi casa y llegue a la de él.

           - Tafita ya me voy. Ojalá te valla bien de ahora en adelante. Fue un placer conocerte.

El solo me miro y me dio un beso en la mejilla. No sé porque actúa así, siempre entre los dos, él no hablara mucho, sé que me conoce más a mí que yo a él. Eso no era malo, solo que no sabía cómo preguntarle las cosas, para saber aun más de él.

Nos tendremos que mudar porque el trabajo de mi papá lo necesita, mi madre quiere que mi futuro este asegurado en una buena Universidad. A mí me duele irme es por ese niño nuevo, no tiene mucho de estar por el sendero, es simpático y me gusta mucho. Si Dios quiere que se den las cosas, me lo enviara cuando sea necesario.

Cuando me monté en el auto, se me pasaron por la mente muchos recuerdos, como cuando jugaba al fútbol con mis amigos, cuando hacíamos guerras de agua e incluso ese día que jugábamos al tocado por todas las cuadras. Son recuerdos que jamás olvidare, por que llegaron a marcar mi infancia. Ahora iniciare mi adolescencia. 

La Red del AmorWhere stories live. Discover now