Mil cámaras enfocaban al presidente de la república. Eso le gustaba. Le hacía saber cuánto poder tenía ahora. Sabía que aliarse con la derecha daría frutos.
El día era templado. A través de las nubes se colaba el intenso sol de mediodía, pero sin llegar a dar calor por la sobria brisa que corría. Ningún pájaro se veía la vista. ¿Por qué habrá sido? ¿El olor a sangre que habría? ¿El presentimiento? ¿O el aire malvado que desprendía las personas que representarían al poder?
El representante del partido conservador había ganado y ahora era presidente, y estaba a punto de promulgar su primer mandato.
Muchos televidentes cerraron los ojos de puro miedo. Alcalde Mory explicó el porqué de sus hazañas venideras, todo lo que pasaría en su mandato, mientras que un sector de la población lloraba sangre al escuchar sus palabras.
Jamás olvidaremos las sonrisas y carcajadas del publico y las de él mismo. Esa... felicidad era totalmente homicida ¡genocidas!
-No sirve de nada odiarlos -dijo con un brillo en sus ojos –, lo mejor es ayudarlos para sobrellevar su enfermedad, para erradicarlas.
Cientos se levantaron e inundaron las calles en señal de protesta. Pero ya era muy tarde.
-Como les prometí – siguió –, la ley que legaliza el matrimonio marica queda eliminado.
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Arco iris gris
Teen Fiction-El presidente de la república inició la vendetta contra todos nosotros, Samay. Nos prohibió ser y sentir la felicidad, no nos permitió existir, nos privó la libertad... pero sobre todo, nos quitó el amor. ¿Nunca han creído que todos estás en contra...