Me encontraba debajo de una parada de autobuses, llovía y mucho. El clima era demasiado frío para una chica que estaba con unos arapos viejos y sin calzado. Pasaban muchos autos con luces muy luminosas por enfrente mío salpicando agua, yo estaba sentada en el piso aferrandome a mis piernas hasta que un joven con paraguas se acercó a la parada.
Él se acercaba mirando los charcos de agua distraido y yo lo miraba atentamente a cada movimiento que él hacía. Paró en seco al verme bajo el poco techo que me quedaba. Él rápidamente me entregó su chaqueta de cuero negra y su paraguas azul. Yo quedé más helada de lo que estaba porque la gente siempre pasaba por enfrente mío como si fuera un perro mojado, por fin recordaba la sensación de calor en mi cuerpo.
-Ey!, que te sucedió!? Donde están tus padres? Necesitas ayuda?-
Yo sólo lo miraba atentamente sin habla.
- ¿Hola? ¿Sabes hablar? ¿Cuánto tiempo estuviste aquí sola?-
- ¡Estoy bien! ¡Déjame! ¿Quién eres? ¿Por qué me ayudas? ¿Qué quieres? ¿Quieres dinero? Si eso es lo que quieres, ¡ve a un cajero! Niño malcriado- eso último lo dije entre susurros.
- ¡Tranquila niña! Sólo te quiero ayudar, lo último que yo podría ser es un malcriado,-dijo entre susurros- Si quieres, puedes venir a mi casa para refugiarte. Por lo que veo necesitas ayuda para sobrevivir la noche, ¿verdad?
- Tienes razón, lo siento -suspiré, tranquilizándome -Es sólo que todos pasan por enfrente mío y nadie se percata de que estoy aquí.
- Esta bien, esperemos a que el bus llegue y, si quieres, te llevo a mi casa para que te bañes y consigas ropa limpia ¿te parece?.
- Si, gracias, creo que te subestimé un poco.
Esperamos juntos en la banca de la parada hasta que el bus llegó, Lance intentó ayudarme a subir, pero solo aleje su mano, reprochando.
Veía caer la lluvia por la ventana jugando a hacer carreras de gotas en mi mente. Quizás era mala idea ir a la casa de un total extraño, a su casa, su lugar, a bañarse, indefensa, ¡¿Pero qué estoy haciendo!? Dios mío.
- Por cierto, soy Lance- dijo estirando su mano amistosamente-
- Soy Katie, pero me dicen Pidge - estrechamos manos.
- Y... ¿cómo fue que llegaste aquí? En una parada de bus, sola, sin nadie, sin lugar a dond-
- Si, si, ya entendimos- lo interrumpí, fastidiada. Lance saltó sobre su asiento por el susto, tragando sonoramente. Regresé mi vista hacia la ventana negra, por la noche.
- Todo pasó hace 2 semanas atrás cuando todavía estaba con mi familia, de lo más felices. Estábamos cenando un día, de lo más normal, cuando por debajo de la puerta se deslizó una carta.
Cuando mi madre la abrió, una lágrima recorió su rostro con notable angustia, como buena hija, le pregunté que era lo que pasaba, me dijo que no pasaba nada, que fuese a mi habitación, aun sin terminar mi plato, eso me consternó aún más.Luego de un rato, desde mi habitación se escuchaban gritos, discusiones provenientes de mis padres.
Pidge se detuvo por un momento, soltando un suspiro largo y tembloroso.
Al dia siguiente desperté en el pequeño refujio que tenía, la estación de buses, con un suéter, pantalón, remera y unas zapatillas. No hacía mucho frío que digamos en esa época. Intenté regresar a mi casa pero simplemente no estaba en su lugar, un pequeño hotel se encontraba en lo que alguna vez fue mi casa.
No me gasté en preguntar, era obvio que no era de mis padres, fui a mi antigua escuela, en la cual no tenia demasiados amigos. El director me dijo que mis padres no habian pagado la cuota, es decir, ya no era estudiante en ese colegio. Volví a la estación de buses con la esperanza de encontrar a mis padres pero nunca los ví. Me sentí muy sola, devastada, dejada, olvidada.
Lance escuchó como la nariz de Pidge moqueaba.
Así pasó el tiempo y mi ropa se fue desgastando, gente que pasaba repetidas veces me veía en este estado y me daba un poco de su comida y aveces monedas...
El bus finalmente paró, luego de 20 minutos de viaje, un tanto incómodo a decir verdad.
-Pasa- Me invitó abriendo las puertas a una casa bastante grande, nunca imaginé que él fuese esta clase de persona, tan millonaria.
La sensación cálida de un hogar me hizo sentir nostálgica, la luz naranja pálido y la calefacción fuerte me hicieron estremecer un poco, parte por el calor que tanto anhelaba y parte por lo pequeña que me sentí en ese enorme lugar.
Hubo un silencio, estábamos sentados en su cama. El moreno se sintió apenado a causa de mi triste historia, pude sentirlo, no veía mis ojos hace mucho tiempo ya.
La lluvia recorrió cada parte de el gran ventanal de su habitación, al parecer vivía sólo y de seguro necesitaba compañía.------
Holaa~
Bueno ps es mi primer historia :)
Espero que les haya gustado, también pude hacer este capitulo/ one-shot con la ayuda de @so_he665
Quiero que me digan si mes gustaría ver one-shots o seguir esta historia.
BESOS

ESTÁS LEYENDO
En silencio [Pidgance]
FanfictionPidge fue abandonada en una estación de buses a sus 8 años por una estúpida carta, el tiempo pasó y un chico totalmente desconocido para ella se acercó y cambio su vida.