Capitulo I

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De camino al Internado Windgrove fui observando por la ventana del taxi lo diferente que era Alemania de Estados Unidos. Mientras más nos alejamos de la ciudad se hacía más hermoso el paisaje. El internado se encontraba en una pequeña ciudad llamada Rothenburg ob der Tauber en el Estado de Baviera al oeste del aeropuerto de Núremberg en el distrito de Ansbach el cual nadie conoce (por lo menos no en America).

Un día le dije a mi padre – yo la muy dramática - que no se podía respirar en esa casa, que parecía una morgue. Entonces a él no se le ocurrió una mejor idea que mandarme a un internado en el quinto pino. -Tienen un excelente equipo de futbol femenino-, me dijo intentando convencerme, y lo logró, después de todo era yo la que quería irse de ese lugar.

Un chico que al parecer trabaja en el campus llevó mis maletas a la habitación mientras yo me registraba y de paso iba a inscribirme en algunos talleres. Obviamente al primero que me inscribí fue al de fútbol femenino donde me pasaron un volante con la fecha, hora y lugar en donde se realizarían las pruebas. También me postulé para el Schülerrat, algo demasiado Europeo para mí, pero como ya que era parte del Consejo Estudiantil en mi antiguo colegio dije ¿Por qué no?

Cuando entré en la habitación mi compañero aún no había llegado – sí, pedí un compañero HOMBRE. Las chicas son muy dramáticas y traidoras -. Colgué las fotos de mi familia en la pared que estaba paralela a mi cama junto con la de mi antiguo equipo de futbol. Ninguna foto de algún novio ni nada parecido, pues corté con Christopher dos días antes de viajar, las relaciones a distancia no son lo mío.

La habitación es blanca y consta de dos camas de plaza y media, una a cada lado de la puerta. En la pared donde está la cabecera se encuentra una lámpara de pared y junto los pies de cada cama hay un largo closet con tres repisas y cuatro cajones. En la pared paralela a la puerta hay una gran ventana con persianas celestes bajo las cuales hay un escritorio del ancho de la habitación dividido en dos con una laptop, un estante pequeño y una silla a cada lado. Habían unas sábanas limpias encima de la cama junto con un cobertor, algunas mantas y un par de almohadas. Guardé todo en el closet a excepción de las almohadas y saqué las sabanas y el plumón de mi maleta para poder hacer la cama, lo sé, soy muy escrupulosa, pero prefiero prevenir que lamentar. Mientras batallaba con las almohadas, las cuales no querían entrar en sus fundas, llegó mi compañero de habitación.

OMG

El chico no parecía Alemán, tenía un increíble pelo negro, ojos color miel y un cuerpo que podría derretir a cualquiera.

Se quedó mirándome sin entrar a la habitación hasta que por fin logré ponerle la funda a mis almohadas y me voltee para mirarlo a la cara.

-¿No vas a darme la bienvenida?- dijo con una cara de falsa arrogancia y con un irresistible acento Inglés.

Puse los ojos en blanco, le sonreí y me volví para terminar de ordenar mis cosas mientras él empezaba a hacer su cama.

-Soy North de América.- dije por si no era demasiado obvio.- ¿Tú eres...?

-Nick Fuller. Mucho gusto North de América. - se volteo y se sentó en la cama para poder mirarme cuando un hombre de traje se para en la entrada de la habitación. Era el Principal Robert Fuller.

Esperen... ¿Fuller?

-Nick, Matthew dice que tú te quedaste con mi computadora.

-Si- dijo llevándose una mano a la cara-Perdón, te la paso enseguida- apartó la vista de mí y se puso a buscar en su mochila.

-Usted debe ser la compañera de Nick.

-North Hassel- le estreché la mano aún estupefacta.

-Lindo nombre, North.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2018 ⏰

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