¿Crees en los milagros? Ya sabes, esa pequeña muestra de esperanza en tus momentos más oscuros. Siempre pensé que eso de los milagros, las segundas oportunidades eran una patética y estúpida mentira creada por los estúpidos psicólogos para hacer sentir a sus pacientes que ese hoyo negro sin salida en el que están es “solo una etapa”.
A veces me cuestiono: ¿Sera solo “una etapa”? ¿Algún día se acabara este dolor? ¿Acaso estoy condenada a vivir? ¿Tendré que matar el dolor matando a la bestia? Pero ¿Qué hago si la bestia vive en mí? Mi psiquiatra dice que me preocupo demasiado haciéndome preguntas que no tienen respuesta. Yo no sé si tiene razón pero no puedo evitar preocuparme. Siempre envidie a esas personas que no se preocupan, a las que no les importa lo que dicen de ellas, aquellas que son fuertes emocionalmente. Siempre me pregunto cuál será su secreto, o como hacen para vivir así. Por mucho tiempo intente convencerme a mí misma de que no me afecta lo que los demás digan o piensen de mí, pero la verdad es que me afecta mucho. Siempre fui una persona insegura; No me creo ni el más mínimo cumplido, pero me creo cada uno de los insultos. Y digamos que mis ataques de pánico y ansiedad social no ayudan mucho a mi autoestima, aunque me gustaría poder echarle la culpa a alguien, no hay nadie a quien apuntarle con el dedo más que a mí.
De seguro que la mayoría estarán pensando que estoy loca, o que estoy completamente fuera de mis sentidos, pero, quiero que sepan que no soy una loca psicópata, solo soy incomprendida.
