Juliana, una escritora de fanfic muy exitosa se encuentra sin ideas para la que podría ser la novela que la haga salir de Wattpad y comenzar su carrera formalmente pero las ideas llegan a ella cuando una gran oportunidad se presente ante sus ojo...
Aquel fin de semana había sido una completa locura para Juliana entre organizar una "mudanza express" teniendo qué pasar por el llanto de su madre al ver que su niña había crecido hasta la domada de cabello que le hicieron a la pobre Juliana en el salón de belleza.
***Flash Back***
—Es grifo, horrible y áspero, Andy, ¿qué no le hablas de moda a tu amiga? —Preguntó el estilista con el cabello de Juliana en sus manos.
—Lo hago pero no me escucha —dijo Andy.
Juliana se encontraba sentada en aquella silla tratando de contenerse y no golpear a Andy.
—Pues haré lo que pueda, espero no morir en el intento —dijo el estilista.
—¡Que tenga suerte! —Exclamó Peggie quien estaba desparramada en un sillón leyendo una revista.
***Fin del Flash Back***
La ventaja de que aquella casa les fuera "prestada" por la tía de Peggie es que ellos no estarían muy involucrados en el transporte de muebles y todo eso, simplemente los 3 amigos empacaron lo que se les hizo útil para un mes y lo llevaron en maletas.
Ya era Lunes, faltaba sólo un día para que Jos llegara de su gira con CD9 y Peggie, Andy y Juliana se encontraban afuera de aquella casa gigantesca que la tía de Peggie había adquirido.
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—Mis respetos para tu tía, ¡esto luce como un palacio! —Exclamó Andy mientras los tres amigos observaban la fachada de la gran casa.
—Te recuerdo que es comprada con el dinero de su anciano millonario —dijo Peggie viendo la fachada.
—¿No saben cuál es la casa de Jos?, tenemos qué averiguarlo para llevar todo a cabo —dijo Juliana mirando a su alrededor.
—Tenías razón Peggie, su cabeza sólo gira en la órbita Jos del sistema solar "¡ay qué bonitas son sus pestañas!" —Dijo Andy y Juliana sólo rodó los ojos.
—Luego te preocupas por ese wey Ana, él llega hasta mañana, tenemos un día para relajarnos y disfrutar plenamente de esta casa así que... ¡Hagámoslo!.
(...)
Después de tres horas de estar "disfrutando" los lujos de aquella casa, los tres amigos ya estaban aburridos, se encontraban flotando sobre un inflable de pizza redondo sobre la alberca mientras miraban hacia la nada.
