Lo mejor de mi

Capítulo 22

Al entrar a la casa del hada madrina nada ha cambiado todo sigue siendo igual que antes,todo tan antiguo, recuerdo la última vez que estuve aquí me pidió que no me fuera y que le echara ganas.
Yo quería al hada madrina y me duele que no me pude despedir de ella.
- Mal el notario espera - salió Gus gus de la que antes era la oficina del hada madrina.
Al entrar estaba hay sentado con su traje azul rey con bordes dorados con brillo y tejidos a la ropa.
- Hola Mal que gusto volver a verte, han pasado tantos años desde que me dejaste hay parado en la orilla de la barrera mágica - decía Ben algo triste al recordar lo sucedido.
Me siento la peor villana de la historia, tanto así me siento que he llegado a pensar que la maldición que mi madre le hizo a Aurora se queda muy pequeña a lo que yo hice.
- Ben lo lamento tanto pero yo te deje para que tu fueras feliz nunca fue con la intención de lastimarte - le dije con la cabeza agachada.
- Señor notario podemos comenzar con la lectura del testamento - decía Ben sin querer verme a los ojos.
- Bueno el hada madrina dejo el 50% de todo lo que tenía a cada uno de ustedes, su hija heredero otras cosas que su madre tenía en el reino de Cenicienta pero lo que hay en Auradon es para cada uno de ustedes, la primer cosa es que la casa la tienen que compartir y para que tu Mal tomes posesión de tu mitad tendrás que dejar la isla de los perdidos y regresar para que puedas adquirir tu herencia, ahora hablando del dinero Mal tu eres dueña de las acciones de la empresa donde el hada madrina era socia y Ben tu tienes como dinero en efectivo 100 millones de euros.
- ¿Eso sería todo?- pregunte.
No podía aguantar mas de estar cerca de Ben después del daño que le hice necesitaba salir de aquí con rapidez.
- Si eso es todo, aunque usted es la dueña de la mitad de la casa así que esta en el derecho de quedarse.
- Gracias pero me quedaré con mi amiga en si casa - dije muy seria.
Como se le podía haber ocurrido al hada madrina que yo compartiría casa con mi primer amor, ella estaba loca, aunque ya no estuviera con nosotros siempre quiso vernos juntos de nuevo.