Una densa jungla era lo que se extendía ante mis ojos. El vaho cálido que emanaba de la vegetación circundante me abrumó.
La tierra estaba húmeda, lo mismo que las plantas que desprendían pequeñas gotas de agua, rápidamente evaporadas por el cálido sol.
Los distintos matices de verde se entremezclaban en aquel denso edredón vegetal que parecía interminable y las coloridas alas de las múltiples mariposas y aves que poblaban la selva, se mimetizaban con los vivaces tonos de las flores a la perfección.
El teléfono empezó a vibrar en mi bolsillo, sacándome de mí trance momentáneo.
De los pocos sitios que había visitado hasta el momento en aquel laberinto literario, aquel era el que más me había gustado.
Claro, eso fue hasta que leí la consigna plasmada en el capítulo 5.
"Prueba el fruto prohibido para seguir avanzando."
"Supongo que se refiere a una manzana" Pensé, y al distinguir un manzano entre el follaje, comencé a trepar por el, tomé la fruta y le di un mordisco, muy confiada.
En ese momento la jungla se ensombreció y mi teléfono empezó a vibrar deliberadamente.
"Has resuelto incorrectamente la consigna. Deberás retroceder"
"¡Oh no! No puedo volver al inicio!" Pensé con congoja.
Aquello significaría una gran pérdida de tiempo y no sabía si podría resolver de nuevo los desafíos. (apostaba a que serían distintos)
Hasta el momento había tenido suerte, pero tal vez en esa ocasión no y podría terminar atrapada.
Sentía un profundo desconsuelo, mientras una especie de fuerza sobrenatural comenzaba a arrastrarme hacia atrás.
"Estoy volviendo. ¡Qué mala suerte! No debí presumir tanto"
Cerré mis ojos intentando reprimir las lágrimas, mientras era "succionada" (al menos así se sentía).
Empero cuando abrí los ojos, lejos de encontrarme en la Sección de Filosofía, estaba en esa misma jungla, solo que mucho más atrás de donde había empezado.
Lo supe porque el manzano apenas se distinguía a la distancia. (Era eso, o me había quedado miope)
"Así que a eso se refería con retroceder" Suspiré aliviada y casi reí por esa mala broma mientras retomaba la marcha, prometiéndome ser más cauta esta vez.
Consideré usar la sección de ayuda, pero una vez más, hice acopie de mi propio sentido común y analicé la situación.
"Tal vez no se refiera al fruto prohibido bíblico que tradicionalmente se asocia con la manzana. Quizá aquello de ‹‹prohibido›› hace referencia a una fruta peligrosa, nociva." Medité. "¡Si es así el estúpido libro quiere que me suicide! Sabía que no le caía bien desde el inicio"
Casi por inercia mis ojos inspeccionaron la zona una vez más, en busca de aquellas plantas que dieran fruto.
Distinguí tres en total, pero no podía determinar si realmente era o no peligrosa su ingesta.
Opté entonces por ir a la sección de "Ayuda", pues me negaba a retroceder y caminar de nuevo todos esos metros, por esa jungla infernal. (Sí, ya era merecedora de ese mote)
Cuando pulsé la opción, inmediatamente fui trasladada a una biblioteca, o bueno a la representación virtual de una.
Volví a reírme de la ironía. ¿Dónde más iba a encontrar ayuda sino entre libros? Excepto ese donde estaba cautiva, todos eran bondadosos. (Hasta los de Jack "El Destripador")
Ubiqué rápidamente la sección de Ciencias Naturales y di con libros de Botánica, donde pude identificar las plantas con sus respectivos frutos.
Ahora sabía cuál era el venenoso.
Volví a la selva e ingerí el maldito estramonio.
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Dentro del Laberinto
Mystery / Thriller☆DESTACADA del mes de Junio por el perfil de MisterioEs~ *Historia corta. ¿Te gustan los acertijos? Sí crees que eres bueno para resolver encrucijadas, te invito a adentrarte en este libro laberíntico. Solo hay una regla que vale: acierta y avanza...