Sonetos de un Alma

En el deliz de mis lágrimas.

Escuché el ahogado grito de mi lágrima
Que desciende por mi mejilla,
Y solo susurra que quema
Donde tus dedos pusiste sobre mí.

Cuenta: la vida es un estanque,
Uno que se seca cada vez
Que mi mente rememora tu voz;
Como el desierto que es tu imagen
Al ser recordada por mi piel.

Murmura el anhelo de nunca anhelar
La forma incoherente de tus alas,
Y a la figura armoniosa de tus plumas caer.

Canta que el tiempo dice que el viento es veloz,
Que envidia a su ser y al ligero
Sentir hacia quien lo logre ver.

Expresan mis gotas el rencor
A la corteza dura de la roca
Y a la carencia innata de su emoción.