Capitulo 1

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Escucho el despertador y lo único que hago es intentar callarlo con el pie. Después de unos minutos fallidos, mis oídos escuchan como cae al piso y logro callarlo.

Cuando estoy apunto de entrar en otra dimensión escucho a mi madre llamandome desde la cocina diciendome que me apure para bajar a la mesa y luego ayudarme a empacar mis cosas para mi nuevo departamento, en ese instante mis ojos se abren con tanta rapidez y fuerza que hace que el sueño se espantara y huyera de mi cuerpo.
Mirando al techo unas imagenes inundan mi mente haciendo que recuerde todos los nervios que me ponia de solo pensar que estaría en la universidad que deseaba desde que entre a secundaria.

Aun recuerdo a la maestra con sus trajes de abogada color azul mate, que por cierto hacían que su cara se viera mucho mas blanca de lo que ya era. Ella siempre terminaba sus clases con unos mensajes que nos hacían reflexionar y quedarnos pensando por un buen rato; habla de la vida, nuestro futuro y el orgullo que le daría vernos a todos tan profesionales, lo que cualquier maestro quiere de sus alumnos.
Tanto fueron las cosas en las que pensaba que no vi la hora pasar, ya tenía que irme a mi nuevo departamento, me duché, cogí lo que la noche anterior había separado y me arregle rapidamente.

Estaba tan feliz de poder tener mi propia casa, mi propio espacio pero a la vez me ponia triste dejar un lugar donde viví desde que tengo memoria.
Bajando las escalera veo a mi familia ya sentada en la mesa esperandome para desayunar, me senté y todos mirandome tan fijamente que sentí un escalofrio recorrer por todo mi cuerpo, pasando unos tensos minutos mirando mi plato escucho a mi padre decirme que estaba orgullosa de mi y que lo que me espera no es nada fácil pero nunca imposible de superar, solo lo mire y sonrei.

Ya acabando me dirijo hacia la cocina ayudando a mi madre con los trastes y rápidamente subo a mi habitación para empezar a transportar mis cosas al lugar que desde mañana sería mi futuro hogar.
Ya en la camioneta enciendo la radio y en todo el camino no quite la mirada de la pista. Llengando al estacionamiento del edificio grande, bajo y empiezo a sacar mis cosas de la maletera; hace tanto frio que entro rápidamente al edificio y pulso el botón del ascensor que me lleva hasta el piso siete.
Al abrir la puerta del departamento puedo imaginar mi cara de asombro cuando lo vi, todo absolutamente hermoso, empezando por los muebles, piso y paredes. Dejo mis maletas en el corredor de la entrada y camino hacia mi cuarto; lo primero que me impresiona es la vista hacia un parque desde mi balcón, después voy y empiezo a guardar mi ropa en la comoda y mis cosas de aseo en el baño.

Se me llega la noche y lo que hago es bañarme, ponerme la pijama, alistar mi ropa de mañana para la universidad y de un brinco me tumbo a mi cama donde me quedo profundamente dormida.

Polos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora