Capitulo 4: hamburguesa especial

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El olor que emana mi pelo por las fritura que se cocinan en Big Burger me repugna. Al principio pensé que-como buena gorda consumidora de comida chatarra- iba a comer todos los días las hamburguesas grasosas y no me iba a cansar pero después de un año el olor a veces me da repulsión, otros soy inmune.

El dia estaba nublado y había poca gente en el salón, cada vez que tenia un rato libre aprovechaba a leer la historia que no podía dejar de leer en Wattpad. Estaba obsesionada por terminarla. Ryan ya no me hablaba porque estaba en modo lectura y no escuchaba lo que me decía. De vez en cuando me tiraba una papa frita para molestarme.

Mi lectura fue interrumpida cuando se abrió la puerta y mi archienemigo entró por esta con sus "fans".

Si, me olvide de contarles Adam tiene un club de fans con pancartas y todo cuando juega al futbol o cuando pasa por los pasillos de la escuela. Las locas estas se hacen llamarlas "Guardianas de Adam" y saben absolutamente todo lo que te puedas preguntar de el.

Ademas del sequito también esta su amigo, su bro como el le dice a Scott. El parece darse cuenta de que están un poco locas por no decir mucho y a veces se lo ve incomodo. Como para no estarlo.

Mi corazón se acelera de una manera que nunca pensé, tengo que ir yo a atenderlos y no quiero, temo que se acuerde del beso entre borrachos, que yo recuerdo perfectamente. Espero que el no se acuerde de absolutamente nada.

-Se que están en mi parte del salón-junto mis manos en suplica -Ryan, Ryry, cochita linda ¿podrías salvarme de atenderlos? - mi mejor puchero no funciona.

Ryan saca su celular- no se de que hablas estoy concentrado leyendo en Wattpad- imita mi pose y teclea algo, seguro a su novia.

-Ya me vas a pedir un favor- lo apunto con mi índice.

-La que pide los favores siempre sos vos- me saca la lengua.

De mala gana saco la carta y el anotador de mi pantalón y voy a su encuentro.

Todos hablan entre si menos Scott. Seguro está pidiéndole al cielo que las cotorras se callen.

-Bienvenidos a Big Burger- no tengo problemas de habla pero todos ellos me intimidan y sale raro –¿Qué desean pedir?

Seria mas fácil si fuera autoservicio pero el dueño se niega. Y yo estaría desempleada...

-Hola ex-rejita- su saludo hace hervir mi sangre -quiero lo de siempre y rápido- si hay alguien que viene por lo menos dos veces por semana y ocupa la misma mesa, aunque llegue y esté ocupada es Adam.

Lo mismo de siempre seria su hamburguesa triple con doble queso, sin lechuga, tomate media rodaja, extra de panceta, mayonesa y mostaza. Mas sus papas medianas y gaseosa por supuesto.

Esto de la media rodaja de tomate y extra de panceta lo aprendí el primer dia que lo atendí, cuando armó tal alboroto con el dueño y el cocinero por no suplir sus gustos. Desde ese dia solo tengo que decir la hamburguesa para Adam y el cocinero me guiña un ojo.

El club de fans pide ensalada, no van a dejar la dieta por nada el mundo. Tontas.

Una sobresale del resto -¿Jazmin?- ignoro como sabe mi nombre- Hay algo que no sea ensalada, bajo en grasas, sin sal ni gluten-

-Agua, aire- quiero seguir contando pero me interrumpe la risa de Adam y Scott mientras las fans se preguntaban qué era lo gracioso.

Uff el perfume de esa chica es muy fuerte ¡horrible!

Me retiro de la mesa ansiosa, con todo anotado y con ganas de escupir las hamburguesas. Lastima que yo no las hago solo las sirvo bajo supervisión del dueño, sino...

Luces en la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora