"Recuerdos"

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La noche era fría en ciudad playa, la luna brillaba en lo más alto del cielo estrellado, el mar bailaba junto con la arena, cercar de ahí reposaba perla, mirando el subir y bajar del mar, solo observando el brillo que reflejaba, era tan hermoso, en aquel momento llego a su mente la que alguna vez le acompañaba con una sonrisa, rose cuarzo que miraba con gran ilusión todo lo que tenia el planeta tierra, así era, lo recordaba perfectamente, recuerdo que fue sustituido con la última vez que la vio, brillando con su último suspiro lleno de ilusión, a pesar de estar desapareciendo mantuvo hasta el último momento esa sonrisa con ilusión hacia la vida orgánica, la misma en la que ella había reencarnado. Era consciente que ya habían pasado 8 meses de aquel suceso, pero, aun así, para ella mantener ese recuerdo era demasiado importante.

Con la vista entre el horizonte se dio cuenta el cómo comenzó a perderse entre sus pensamiento, sacudió la cabeza con algo de desesperación para regresar en sí, soltó un suspiro y se levantó, ya había tenido suficiente por esa noche, era mejor regresar al templo a ocuparse en cualquier cosa que la alejara de esos pensamientos, al caminar miro a lo lejos una pequeña gema, amatista era su nombre, ella dormía deliberadamente a media playa, tiene sus propia habitación ¿qué hace ahí? pensó con desgano la pálida, se quedó viéndola un momento, pensó en dejarla ahí pero la ultima vez que lo hizo termino siendo arrastrada por el mar, le tomo a ella y a garnet más de medio día encontrarla, sin más y arrastrando los pies comenzó a caminar hacia ella.

- amatista, despierta - dijo para después moverla un poco con un pie, pero eso no parecía ser suficiente para despertarla, se colocó en cuclillas y la giro un poco para verle el rostro, lo primero que observo fueron las marcas de lágrimas en él, parece ser que la pequeña había llorado hasta quedarse dormida, era la primera vez que perla la veía así, a decir verdad perla no suele hacerle mucho caso a ella, simplemente le parece muy infantil, no soporta el hecho que se mantenga de inquieta por todos lados, tocando todo, sin parar de hablar, desde que había llegado era difícil tener silencio en el templo, todo el día solo escuchaba quejas, reclamos, risas, ruidos, golpes, eso desquiciaba a perla, por esas razones se la pasaban peleando esas dos, pero amatista siempre salía ganando, claro siempre tenía de su parte a rose, ella siempre le daba la razón y la excusaba con que aún es muy pequeña, al menos era lo que perla siempre pensaba, pero bien, eso era en el pasado, desde que rose desapareció para darle vida a Steven, amatista se ha vuelto muy callada, sin mencionar que la mayor parte del tiempo desaparece sin decir a donde va, era extraño para garnet y perla, aun así la dejaban hacer lo que quisiera; una vez más la intento despertar moviéndola con algo de fuerza, esta vez lo había logrado. Amatista había abierto los ojos, apenas vio a perla se hecho hacia tras y la miro, era de esperarse, perla no suele acercarse a ella no más que para regañarla por algo - ¿porque me miras así? no te voy a hacer nada - hablo perla con una sonrisa, le había parecido algo graciosa la manera en la que la miraba, sin más se levantó y le extendió una mano para ayudarla a levantarse, pero esta solo la miraba con ojos de cachorrito triste - bien, yo solo quería llevarte al templo, pero veo que prefieres estar aquí - le había dado la espalda - solo no duermas tan cercas de la orilla - comenzó a caminar en dirección al templo, suspirando, cuando había dado un par de pasos, sintió una pequeña mano que le sujeto con algo de fuerza los dedos de su mano, eso hizo que volteara veloz solo para encontrarse con la pequeña que aun la miraba con esos enormes ojos color purpura - ¿qué pasa? - le cuestiono, pero ella no dijo nada, era algo sorprendente ya que tiempo atrás nadie la podía callar - bien, vayamos al templo - ambas caminaban, para perla era algo incomodo ir de la mano de la más pequeña, era algo que jamás pensó en hacer, pero de alguna manera no le molestaba, ella sabía que amatista solía comportarse así cuando le daba miedo algo, pero por más que lo pensaba no encontraba razón para tener miedo en ese lugar, una vez que llegaron al templo perla miro a la pequeña, dando a entender que entrara a su habitación, pero amatista solo se le quedo viendo - vamos, ¿ya no tienes sueño? - se colocó en cuclillas una vez más, para estar de su tamaño - ¿qué tienes? no es de ti solo quedarte mirando, ¿hice algo malo? - inclino la cabeza a un lado, como intentando entender que le pasaba, pero amatista solo bajo la cabeza para mirar el suelo - hey, vamos - dijo para intentar animarla, pero sin resultado alguno - me gustaría saber qué te pasa - suspiro, ya se había cansado de intentar que le dijera algo, sin más se levantó y solo la miro un momento más, con resignación comenzó a caminar hacia la puerta del templo, en ese momento una débil y entre cortada voz la detuvo.

- la extraño.... - finalmente hablo con lágrimas en los ojos, apenas la palida la escucho, la volteo a ver, era extraño para ella verla de esa manera tan vulnerable.

- ¿hablas de rose? - dijo con sorpresa, no esperaba una respuesta así, amatista suele ser tan reservada, algo era claro, si estaba diciendo algo así, era porque realmente le dolía, perla se acercó a ella con un nudo en la garganta, no le agradaba verla llorar, aunque fuera la primera vez que la ve así, no quería volver a verla de esa manera, la tomo entre sus brazos y la abrazo, amatista rompió en llanto mientras se aferraba a ella con fuerza, era algo desgarrador, perla no podía contener ese sentimiento más tiempo, termino llorando junto con la pequeña.

No mucho después, finalmente amatista había dejado de llorar ya que se quedó dormida en los brazos de perla, esta que solo se quedó viéndola, noto que de nuevo tenía marcas de lágrimas en el rostro, en ese momento lo recordo y entendio porque estaba en la playa hace un momento, rose la solía llevar ahí todas las noches, ella usualmente se quedaba dormida sobre las piernas de rose; perla se acercó a la pared del templo y se recargo en él, dejando amatista en su regazo, se quedó viendo el mar a la distancia, hasta que cerró los ojos e intento dormir junto con la pequeña.

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¡Hey!
hola, bienvenid@, gracias por leer,

espero lo hayas disfrutado.

Chao chao
💙

En Silencio (pearlmethyst)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora