DE SALEM A GINGER

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Es otro día como cualquier otro en el bosque de Beacon Hills, la magia puede respirarse como si estuviera impregnada en el aire, voy caminando cual rey, con gracia y elegancia o eso creo, nunca he visto caminar a un rey, pero de lo que estoy seguro es que soy el rey de este bosque. Mi día empieza molestando a los pequeños seres mágicos que habitan en el bosque, duendes, ninfas, zorros y uno que otro ratón, hablando de ratones, ya tengo hambre.

Mi nombre es Salem, soy un gato, pero no uno cualquiera, soy un gato con magia, mi único don, hablar. Sí, ya sé, no es mucho pero disto de ser un gato común, me muevo con sigilo entre la tierra de este inmenso imperio bajo mi poder, eso hago hasta que una flecha roza mi peludo cuerpo, soy un animal de instintos básicos y uno de ellos es la supervivencia, brinco del susto ante la idea de morir de tal forma, no debí hacerlo, saben otro de mis dones es que atraigo a las calamidades ¿Y qué creen? He caído en la trampa de unos cazadores, mi pata está atrapada en los filosos dientes de hierro de una trampa para osos, genial.

Nunca en mi vida sentí un dolor como el que siento en este momento, veo la luz al final del túnel, estoy cansado, cerrare mis ojos un momento.

***

Oigo voces, muchas voces, el lugar huele a antiséptico, escucho un gruñido...

— Cálmate Derek, si no te saco este dardo con acónito te infectarás— decía una voz entre aguda y grave con un ligero aceleramiento, mi cabeza dolía— Deaton ¿cómo sigue el gato?— de pronto abrí los ojos ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ¿Quiénes son estas personas?

— Mira Stiles, parece que está reaccionando— dice una voz de acento extraño

— Scott deja al gato, está herido— regañaron al tal Scott una voz fémina nada mal

— Stiles, ¿Podrías prestarme más atención a mí que al maldito gato?—una voz escalofriante bramó

— Der cariño, solo es un lindo y esponjoso gatito— ¿Ese humano me acaba de decir esponjoso?

— Stiles no me mires con esos ojos, ¡No! ¡Definitivamente no! en mi loft no entrará ningún maldito gato— escogí el peor momento para abrir mis ojos, dos humanos hombres se estaban besando.

***

Esa misma noche, me mude a mi nuevo hogar, era una mansión, el humano delgado de cabello castaño me llevaba en brazos, pues mi pata izquierda estaba herida, el humano de expresión estreñida llevaba bolsas de compras.

— No sé cómo me deje convencer— se quejó el moreno de expresión agría, realmente no entiendo la dinámica de este par.

— ¡Ay Derek! eres el hombre más fácil que conozco— se burló el castaño, son una pareja demasiado dispareja— Bien Ginger este es tu nuevo hogar

¿¡QUÉEE!? ESPERA ¿COMO ME HAS LLAMADO?...

¿GINGER?... ¿ME HA LLAMADO GINGER?... ¡¡¡UN JODIDO NOMBRE DE CHICA!!!

MI VIDA DE GATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora