ALGO LLAMADO CALOR FAMILIAR

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Stiles rebotaba sobre el duro miembro de Derek, sus caderas iban de arriba abajo, Derek estaba cambiando, sus facciones casi animales, el castaño, arremetía contra su dulce punto. Los gemidos y gruñidos llenaban la casa. El gato de la familia estaba escondido en algún lugar de la casa, los aullidos del alfa eran feroces.

Stiles marcaba el ritmo de las embestidas con sus movimientos erráticos, Derek lo sostenía de su extinta cintura, Stiles se quejaba de placer/dolor, el moreno cambio las posiciones, quedando este encima del más joven, abriendo todavía mas sus piernas y penetrándolo más duro, Stiles no sabía que hacer, si gemir o reír, pues dentro de él otro lobo alfa hacia maromas o quizás protestas de tanto jaleo, Derek detuvo sus estocadas cuando sintió que Stiles ya no pensaba sólo en él, bajo la mirada al vientre hinchado y rojo de Stiles, y sonrió, su cachorro estaba enfadado, sus pequeñas manos asomadas en la piel de su padre portador. Cuando Stiles dejo de sentir el movimiento de vaivén, apretó sus músculos anales, provocando que el nudo de Derek se formara, Stiles se corrió cuando el nudo estuvo completamente dentro de él, y el moreno le siguió minutos después, quedando en posición de cuchara, ambos esperaron a que aquel botón de carne se deshinchara.

Media hora después Derek salía todo oloroso a perfume, la ducha había tardado más de la cuenta, con Stiles entre sus brazos, el moreno lo besó lentamente, disfrutando de su droga personal.

— Ya quiero que nazca Derek, quiero saber como es, si tiene tus ojos o tus cabellos o si es como yo —Stiles acariciaba su vientre

— Con que llegue sano o sana me conformo — Derek besó la casita de su hijo, y recibió una patada a cambio.

— Creo que sigue molesto contigo, le despertamos muy temprano hoy— Stiles se sonrojó.

— Vamos, que el que se levanto todo cachondo fuiste tú.

— Si no fuera por tu derekonda matutina, mis hormonas no estarían tan alborotadas.

— Pues no oí que te quejaras de mi "derekonda" hace un rato.

— Oh, a mí no me molesta, pero recuerda que ahora tienes que compartir espacio con jr.

— Estas seguro que Deaton te dijo que faltaban dos semanas, tu panza ya esta dura y roja, explotaras en cualquier momento.

— Oh cállate Derek, no me asustes, aun no me hago a la idea.

La pareja se dirigió a la cochera, donde encontraron a Ginger en un ovillo. Stiles como pudo se sentó en el piso y empezó a levantarlo con mimos, Derek gruñó, pero lo dejó hacerlo, su lobo no permitía que Stiles se acercara a otros hombres o animales, pues sus instintos estaban mas aflorados con el alumbramiento cerca.

Ginger fue por su estambre y lo dejó en el regazo de Stiles, estuvieron jugando un largo rato, hasta que Derek volvió a bajar, para salir con Stiles a ver a la manada entrenar.

El moreno ayudó al castaño a pararse y Ginger se fue tras ellos, subieron a la camioneta y se marcharon a la vieja mansión Hale, donde todos ya los esperaban.

Derek maneja despacio desde que Stiles cumplió los ocho meses, ahora que esta a dos semanas de parir parece que la camioneta camina mas lento que mi abuela, bueno si tuviera abuela, Stiles viene bordando la manta que será de jr. y adivinen que, soy yo, Stiles esta cociendo mi cara en la manta.

Hemos llegado a las viejas ruinas de la mansión Hale, mi moreno dueño abre la puerta para que salga, caigo de cara pues el muy idiota, sabe que estoy gordo y no caigo de pie como mis congéneres, saca a Stiles en brazos, mi amado castaño se fatiga mucho al caminar, la verdad yo creo que está demasiado consentido.

Apenas me incorporo, siento como me lanzan una pequeña rama, oh ese inútil de Bunny, acaso no tiene nada mejor que hacer

¿Qué coños quieres conejo?

— Gin en serio como es que eres tan amargado

No lo soy, solo no me agradas— vi cómo se puso triste, pero no me importa— dime ¿qué quieres?

— Nada olvídalo, sólo estaba aburrido, Chris y Peter únicamente hablan de tener bebés, ya no juegan conmigo, creo que ya no me quieren— vaya, esta duro su caso, me encamino hacia él y lo abrazo.

Oye recuerdas lo que me dijiste sobre los bebés aquella vez, tal vez sean mas lindos que nosotros, pero yo jamás te abandonare — le lamí la cara— sigues sin agradarme — vi como sonrió y me besó de vuelta.

— Sabes algo, creo que me gustas — me sonroje y mi cola se enredo en su cuerpo, no piensen mal, no me gusta de la forma romántica, iuuu, tengo suficiente con los conejos folladores que tengo por humanos, es como un hermanito menor.

— Aquí estas Bunny, ese gato gordo no te está molestando ¿verdad?— Peter tomó en brazos a Bunny y le dio un beso esquimal —papá y yo te tenemos una sorpresa.

Vi como Peter se llevaba a Bunny, me alegro por él, ahora sabe que sus humanos no lo dejaran, me voy caminando hacia donde esta toda la manada reunida, todos están comiendo, ¿por qué nadie me dijo que había comida?, veo como los humanos del conejo llorón anuncian algo y todos los abrazan y felicitan, me acerco a mi Stiles y me restriego en su pierna y luego Derek me coge en brazos, todos estábamos felices cuando escuchamos a Stiles gritar.

— Derek, rompí aguas — Stiles estaba sonriendo y Derek sonrió todavía más

— Idiota que mi hijo entro en parto —gritó el sheriff

En ese instante supe, que al fin conocería al bebé Hale.


MI VIDA DE GATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora