Hija de Zeus, la protegida

4. Especiales

Seguimos a Emma, que nos guía por los pasillos, todos nos miran, pero mi mente se concentra en no perder ningún detalle, se que Matias hace lo mismo.

- ¿Son especiales? - Pregunta Emma ,sigo observando el pasillo mientras camino.

- ¿No todos lo somos? - interrogo.

- Si, pero para que el señor Stone los allá dejado elegir sus habitaciones, es por que son especiales -dice ella.

- Bueno, tal ves lo somos -dice Matias .

- ¿La tiene grande? - pregunto, Matias ríe, siento la mirada de Emma al no entender.

- ¿Qué? - pregunta confusa, la miro sólo para ver su reacción.

- ¿Qué si Dario la tiene grande? - pregunto Matias se carcajea, Emma se atora y se sonroja, seguimos caminando.

- no se de que hablas -dice, rió.

- O claro que si, si te acuestas con Dario -le quito una de las llaves al ver que tienen el mismo número que una puerta, meto la llave, en la cerradura y abro la puerta - ¿o lo vas a negar?.

Entro al cuarto, veo como Matias le quita la otra llave pero se dirige a mi puerta, entra.

- ¿Como lo ....? - Pregunta.

- Bueno, tu lo dijiste somos especiales -digo y cierro la puerta en su cara, Matias ríe atrás mío.

- Ya decía que te estabas demorando -dice Matias riendo, miro la habitación.

- Bueno ,me conoces -me acerco a un armario, lo abro, hay mucha pero mucha ropa de mujer, genial entre al cuarto correcto.

- ¿Que haremos? - pregunta Matias .

- Mi padre me dijo que hay gente mala aquí, debemos descubrir quienes son, arreglarlo y largarnos si queremos -digo, agarro ropa del armario.

- Bien, le haremos caso a tu padre -dice el, se me acerca, lo miro, me acaricia la mejilla con una mano - tranquila descubrirás quien es el.

- Si.

- Iré a bañarme ya vuelvo -dice el, lo observó salir del cuarto, entro a mi baño.

Me baño y minutos después me visto con un short de dormir, un top negro, me tiro a la cama ,la puerta se abre dejándome ver a Matias limpio y con sus heridas desinfectadas, se acuesta a mi lado.

- ¿Nos intentaron matar? - pregunto, el me mira confuso -cuando chocaron la moto.

- No lo se, tal vez - dice el miro la hora en el reloj a lado de la cama, 9:30 pm.

- Bueno, lo lograron -digo, el me abraza.

- No, no lo hicieron, gracias a ti -dice el contra mi cuello haciéndome reír.

Alguien toca la puerta, Matias se levanta a abrir, Emma nos mira.

- Estos son sus horarios -dice ella entregándole dos hojas a Matias - la cafetería siempre permanece abierta, no pueden dormir juntos a menos que sean compañeros de cuarto lo cual no son, por lo que recomiendo que cada uno este en su cuarto.

Dice y se va, Matias cierra la puerta y deja las hojas en la mesa, se acuesta a mi lado y me abraza, estiró mi brazo y apago la luz.

Bueno desde que tengo uso de la razón Matias, se metía por mi ventana, nos acostábamos en mi cama y dormíamos -sólo eso-, es normal hacerlo, cada vez que no sentimos nuestros calores corporales nos sentimos incómodos, por lo general dormimos mejor cuando dormimos juntos.