7. tristes

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Trato de mantener mis ojos abiertos, pero a penas lo logro, la práctica de hablar con fantasmas, luego transportar almas donde pertenecen me dejo agotada, mi tío me carga y yo tengo enrollada mis piernas a su torso y mis manos a su cuello.

Veo como entramos a la mansión del olimpo y toda mi familia esta reunida en la sala de los tronos, al vernos se relajan.

- Maldito Hades, ¿que te he dicho de avisar que te vas a llevar mi hija por varias horas?- pregunta mi papá, mi cabeza esta apoyada en el hombro de mi tío y mis ojos cerrados pero aun así los escucho- todos estábamos preocupados.

- lo siento- todos sueltan un jadeo ahogado por que el dios del inframundo se disculpo- estábamos en el tártaro atrapando unas almas que se escaparon, no nos dimos cuenta de que era demasiado tarde.

- esta bien pero deja de llevarla al tartaro siempre, es peligroso, solo tiene 6 años- dice papá, mi tio Hades soba mi espalda- llévala a su cuarto por favor.

Cuando mi tío se gira dando les la espalda a mi familia, abro mis ojos y me despido con mi mano, todos me sonríen pero veo el dolor en sus ojos. Mi tío Poseidon nos sigue.

- tio Sei- llamo adormilada cuando ya estamos en el pasillo para llegar a mi cuarto.

- ¿si pequeña?- pregunto mi tío Poseidon.

- ¿porque todos están tristes?- pregunto, y con mis pocas fuerzas lo miro, parece que eso lo entristece más ya que no me mira a los ojos, mi tío Hades deja de andar sorprendido.

- ¿tristes? No estamos tristes- me responde, siguen caminando y cuando llegamos a fuera de mi cuarto paran, las dos gigantescas puertas de mi cuarto tiene adornos que yo elegí, en el centro hay un rayo de oro grande y dorado.

A este lo rodean varias figuras más pequeñas, un arco y flecha, un búho, un corazón, un fantasma, una llama(fuego), una ola, un sobre, una botella de vino, una casa, una luna, una nube y una constelación de estrellas, también son de oro pero pintadas de negro.

- ¿porque me mienten?, veo el dolor en sus ojos- reclamo, las puertas de mi cuarto se abren sin ser tocadas y entramos, mi tío Hades me deja despacio en la cama y suelto un bufido de dolor que hace que el dolor en sus ojos vuelva.

- no te mentimos pequeña, duerme- dice mi tío Hades y me arropa con mi manta.

Mis ojos se cierran luego de esa orden.

- debe haber una solución- escucho la voz de Hera la esposa de papá.

- lo he intentado todo, incluso he ido con las Moiras, con brujos normales- dice papá.

-debemos encontrar algo rápido no tenemos tanto tiempo- dice Persefone.

- tiene razón ¿la han visto? apenas tiene fuerza- dice mi tío Poseidón- no importa que, tenemos que hacerlo, saben que Alessia nos cambio desde que llegó.

- nos ayudó- dice Nyx, diosa de la oscuridad.

- no podemos dejar que muera- escucho decir a Hypnos, luego de eso es todo oscuridad.

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- sigues recordando tus entrenamientos- dice Matias cuando nos dirigimos al comedor.

- hay cosa que jamás se olvidan- le digo.

- no pero pierdes práctica al pasar el tiempo- me recuerda y le sonrió, entramos a la cafetería donde todos murmuran, algunos cosas sobre nosotros.

- dice que estaban en la cárcel, por eso venía esposados.

-que ya habían escapado más veces.

-son unos vagabundos huérfanos.

- no entiendo de donde salió que eramos prisioneros- digo, Matias se ríe- bueno está prisionera tiene hambre porque no vas por comida.

Niega con la cabeza divertido antes de alejarse a comprar algo de comer, camino alejándome, pero cuando choco contra algo paro.

- fíjate, niñata- ¿adivinen quien es?, el mismo chico de ayer, que ahora se que se llama Alexander Ferragni, lo escuche cuando dos chicas hablaban de el.

- ¿porque no te fijas tu imbecil?- pregunto y me alejo dejándolo callado, escucho el "oooooh" de sus amigos y sonrió.

Hija de Zeus, la protegida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora