Capitulo 3

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     Adrian, por el contrario, manejó toda la noche pensando en su vida. La misma no había sido, en semejanza con la de Marlon, muy fácil de llevar que se diga. Desde pequeño fue ingresado en un internado a estudiar, pues su padre, Gay también, había dejado embarazada a los 16 años a una mujer que por premeditada maldad, lo emborrachó para acostarse con él. No quería hijos, a esa edad no estaba preparado para eso, además siendo gay su mente no enmarcaba aun esos pensamientos; esto sin contar que cuando el pequeño Adrian llegó a la edad escolar los ingresos económicos de la casa eran escasos y tanto el padre como el hijo, abandonados por la madre, se veían en serios aprietos para sustentarse, así que su padre se vio obligado a internarlo para poder trabajar mas a gusto, no es que el pequeño Adrian resultara un estorbo, sino que, sin tener que gastar dinero y tiempo en él, prefirió tomar esa decisión tanto para ahorrar como para verse mas libre de estudiar lo que siempre había querido, diseño de modas; pero algo si tenía, nunca dejó de asistir los domingos a visitarlo, Adrian estaba consiente de su papel en el binomio familiar y aunque no disfrutaba de la estadía en ese lugar, sabía que el sacrificio valdría la pena en un futuro no muy lejano, se sentía orgulloso de si mismo al poder ayudar a su padre. Domingo tras domingo recibía su visita, le llevaban dulces, salían a pasear, hablaba con él y le demostraba lo mucho que le interesaba y lo amaba como padre. Para el pequeño esa fue una etapa muy dura; no podía aspirar  más de la vida dentro del internado, sin contar que en el que estaba no era uno de los mejores. Se convirtió en todo un asocial, no hablaba con nadie, solo con algunos compañeros cuando debía y era estrictamente necesario, solo cultivó un amigo dentro de todo aquel inhóspito lugar y era con quien compartía todas sus travesuras; pero al menos su padre iba a visitarlo cada domingo. De su madre no hay mucho que contar, ella, según contó el padre, desapareció poco después que el nació. La infancia y pubertad de Adrian dentro de ese lugar fue muy tensa, reprimía su homosexualidad para evitar ser la burla de todos, se sentía distinto a todos y desarrolló una fuerte fobia social hasta que en un acto de rebeldía y cansado de aquel encierro, le contó a su padre que era gay; justo en ese momento se enteró que su padre también lo era, cambiando totalmente el panorama de su vida, eso lo alegró muchísimo, su padre ahora era también su mejor amigo.

Dos años antes de terminar su escolaridad papá le dio la magnifica noticia, ya al terminar el mes él ya no estaría en ese internado, se irían del país pues le habían contratado en una importante firma de marca en alta costura con trabajo en Nueva York, la meca de la moda americana, y así sucedió.  Dos meses luego estaban en la gran manzana, hospedados en un modesto apartamento, aprendiendo inglés y disfrutando de una nueva vida juntos. Adrian comenzó a estudiar para terminar el ciclo básico mientras su padre trabajaba y prosperaba. Ahora todo había cambiado, luego de mucho esfuerzo, papá había logrado hacerse un nombre y una empresa propia la cual fue extendiéndose y agrandando hasta llegar a ser reconocido mundialmente por sus diseños, él, único hijo, disfrutando su juventud de lujos y libertades y su padre era su apoyo, su pedestal, su consejero, su amigo. Ahora el joven Adrian tenía compromisos sociales a cumplir por su papá; lanzamientos, eventos, cumplimientos en la sociedad; a él le gustaba , aunque lo consideraba sin importancia, le entretenía y su dificultad para socializar no era un problema, siempre había quien quisiera hablar con él, ya que tenía conocimientos de todo un poco y de lo que no conocía, al menos se interesaba por saber. Vivía feliz, aunque mayormente solo; papá debía estar viajando a cada momento y a él le corresponde manejar sus asuntos dentro del país. Ahora está actuando de manera que ni él entiende, conoció a alguien, en su cabeza algo andaba extraño, él nunca había sentido ni siquiera la necesidad de un amigo y ahora aparecía Marlon que sin mucho protocolo le mostraba una ventana abierta donde podía mirar sin ningún tipo de limites pues según él así era Marlon, muestra de lo poco que lo conocía - Marlon tiene un límite para todo menos para su imaginación - y al parecer no tenía idea de saber quien realmente era Adrian, en lo que hablaban nunca salió a relucir ningún articulo de revista donde frecuentemente aparecía , ninguna página de sociales donde, a veces, salía alguna foto suya. La idea de tener a alguien que le ofrecía su amistad sin ningún tipo de interés le emocionaba, le gustaba.

8 días...  (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora