Parte 3

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Era viernes, el día en que la relajación podía sentirse por los aires debido a la proximidad del fin de semana. Sin embargo, para Taeyong era el más agitado, ya que salía más tarde que cualquier otro día, a las siete de la noche. A su casa llegaba a eso de las siete y media por el recorrido del hospital hasta su acogedor hogar, donde lo esperaba su adorable novio.

Sus planes de regresar a casa "temprano" se vieron interrumpidos al suceder un accidente. A tan solo veinte minutos de que su turno acabara, pasos apresuramos se dirigieron a su oficina, su superior asomó su cabeza por la puerta, le notificó la gravedad del asunto y lo mandó de inmediato a emergencia a prepararse porque tendría que operar.

Siendo uno de los cirujanos más importantes del hospital, era especialmente requerido cuando sucedían accidentes con múltiples heridos, ya que con sus manos rápidas y precisas lograba operar a cuatro personas, lo que otro se tardaría con dos. También dependía de la situación, y su velocidad podía variar, pero aún así, era el más rápido y perfecto de todos, haciéndole honor a su rostro y cuerpo igual de perfectos.

Con tres operaciones seguidas, terminó saliendo del hospital casi a las once de la noche. Su ánimo estaba por el subsuelo al haber perdido a uno de sus pacientes, caminó hasta su auto arrastrando los pies, se sentía culpable por no poder salvarlo y también por sus familiares quienes en ese momento seguramente se encontraban llorando dentro de las instalaciones del hospital. Al subir y sentarse en los asientos de cuero de su carro prometió mirando al cielo seguir estudiando más y hacerlo mejor la próxima vez, y así, pudo relajarse un poco. Esa era otra razón más del por qué era uno de los más grandes cirujanos de allí, esa gran dedicación y pasión que le tenía a la medicina.

Llegó a su vecindario a eso de las once y cuarto y sus hombros dejaron su estado tenso al ya poder imaginarse degustando la rica cena que su novio preparó hace unas horas atrás, pero que aún así no perdería esa sazón tan exquisita que tenía. Sonrió en reconocimiento a las habilidades del menor y estacionó el auto en el garaje. Caminó mejor esta vez, con más ánimos debido a la imagen mental de cómo estaría la comida, hasta ya podía sentir el olor entrando por sus fosas nasales. Con muchos más ánimos se dirigió a la entrada de su hogar.

Adentró la llave dentro de la cerradura, girándola emocionado, y en un momento de torpeza, se le cayó, obligándole a inclinarse y recogerla para repetir el proceso pero esta vez de forma más calmada, para luego girar el pomo de la misma forma. Abrió y se adentró a su hogar, quitándose su abrigo y colgándolo en el perchero, agachándose y desamarrando sus trenzas para colocar sus zapatos en la pequeña mesita de la entrada.

No se había dado cuenta de la música proveniente del reproductor de la sala, por distracción de sus pensamientos o simplemente no lo había reconocido. Estaba un poco alta y retumbaba en sus oídos. Comenzó a preparar un regaño para Yoonoh y su música más alta de lo que debería a las once de la noche. Obviamente, solo sería una pequeña broma, no lo regañaría en serio por eso, era suficiente con decirle que bajara el volumen debido a las altas horas de la noche, él entendería. Luego cenaría, se daría una rápida ducha y se acostaría a dormir con su amado novio abranzándose cubiertos con las sábanas hasta el cuello.

Sin embargo, después de subir el pequeño escalón de la entrada y dirigirse hacia la sala, vio algo que no le gustó, no le gustó para nada del mundo, algo que lo hizo retroceder un paso de la impresión y bajar sus ánimos de un solo golpe, su mandíbula cayó de inmediato, y luego la cerró rápidamente al darse cuenta de lo que tenía en frente a sus ojos, frunció su ceño arrugando lo más posible su linda y perfecta frente, con un gran puchero y con las comisuras de sus labios hacia abajo, se dio media vuelta para salir de casa, asegurándose de tomar sus zapatos y su abrigo y además, lanzar la puerta para dejar en claro que estuvo allí y que vio todo.

Copy; ‹jaeyong›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora