El Recuerdo de un Amor

Capitulo 1 : No deseaba volver.

Ya han pasado cinco años desde que me fui de Fairy Tail, pero mi padre me comunicó que Levy al fin se casaba con Gajeel, sé que ella cuando me fuí comenzó a salir con él, es una pena que no haya podido ver como crecía su relación.
Tuve que irme sin decirle nada a nadie después de enterarme de que estaba embarazada de él. No quiero ir de nuevo al gremio pero a la vez no puedo fallarle a Levy, ya que mi padre le dijo que él tenía comunicación conmigo y que me avisaría de su boda. 
No deseo cruzarme con él a pesar de que fue su razón de que me haya ido del gremio.
Por Dios ¿que digo? él no tiene la culpa, la culpa es mía por acostarme con él cuando estaba bajo efectos del alcohol a pesar que se casaría con Lissanna como habían acordado de niños. Me negaba aceptar tal decisión y un mes antes de casarse decidió tomar, no podía dejarlo ir solo a su casa, ya que Happy estaba con Charle y Wendy en una misión.
Acompañarlo fue la peor decisión, pueda que haya sido estúpida, pero él me compró con su mirada en mi diciéndo

-Lucy no te vayas, pasa la noche conmigo-

No pude negarme. Mis sentimientos no me lo permitieron, ya que en un mes después sabía que no iba a tenerlo a mí lado. Al principio solo me recosté a su lado, él no soportaba mas el calor que le generaba el alcohol, asi que se sentó, se saco el chaleco y la bufanda, siempre lo había visto con el torso todo descubierto pero esa vez fue diferente, se recostó a mi lado, me abrazo y me acerco a él diciendo

-Lucy ¿puedes besarme?-

Yo no entendí que me paso, pero lo mire fijamente y me acerque hasta estar a unos milímetros de sus labios, ambos sentíamos nuestras respiraciones

-Nunca te enamores Lucy-
-Demasiado tarde- llegué a responder en un respiro

El beso fue suave y cálido, sus labios ardían en fuego pero no me quemaban, supongo que después de todo estaba  besando un dragón slayer de fuego, luego se volvio intenso y salvaje.
Podía detenerlo pero no quise, sabía que él era mió o al menos pensé en hacerme esa idea aquella noche, me tomó por la cintura y me coloco debajo de él manteniendo nuestros labios unidos, sus manos recorrían mi abdomen y mis caderas, pausamos el beso para tomar aire y luego seguimos. Acaricié su espalda, era tan cálida y firme, él bajaba por mi cuello pasando sus labios, se que suspiraba, eran un suspiro tras otro.
Comenzó a morder mi blusa hasta que me la saco, no quería detenerme, realmente no quería, aunque sabía que estaba en lo incorrecto no quise. Quedé completamente con mi pecho al descubierto, él volvió a mis labios y me beso nuevamente, pude sentir su pecho sobre el mío, ambos estábamos extasiados, o al menos es lo que recuerdo.
Bajó y besó mis pechos, no aguante mas: gemí, él no paro y siguió. Era una noche única, a pesar de ser un bruto y todo lo que digan los demás, esa noche no parecía el mismo Natsu que todos conocíamos.
Era tierno y cuidadoso. Besó mi abdomen, mi falda lentamente me la sacó y quedé completamente desnuda. Sabía que me tocaba a mi, lo di vuelta quedando yo arriba, estaba nerviosa, era mi primera vez pero sabía que era también la de él. Él estaba rojo, pero no incómodo, no se si era por el alcohol pero sonreía, me enamoraba su sonrisa, ambos terminamos desnudos, él volvio a dejarme debajo de él, nos enredamos con las sabanas, eramos uno, solo él y yo. A pesar de que era mi primera vez, el fue lento y despacio, comenzaron las suaves embestidas, toque el cielo con las manos, mis gemidos se perdían en la casa de Natsu y los de él también. Además de haber vivido tal cosa inolvidable tuve que irme del gremio, hoy ya pasaron cinco años de tal encuentro

-¿Mami?- dijo una cabecita rubia asomándose por la puerta
-¿Que sucede mi amor? ven entra-

El niño entró corriendo a mi habitación tirándose sobre mi, me encontraba sentada delante de mi escritorio, lo alcé y lo senté en mis piernas