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Best Laid Plans of Wolves and Men

  Parece que Derek preferiría asesinar a alguien que pretender ser el novio de Stiles. 

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Derek apretó el brazo del tipo con tal fuerza que Stiles literalmente escuchó los huesos romperse.

—No tocaras a Stiles,— está diciendo, su tono tan implacable como su agarre. —No hablaras con él a menos que él te hable primero. Ni siquiera lo voltearas a ver.—

El tipo, Hank, es un omega, nuevo en la ciudad. Ha estado hostigando a Stiles prácticamente desde que pisó Beacon Hills. Sin embargo, nunca fue nada evidente, solo insinuaciones constantes y algunos toques excesivamente familiares ... ciertamente nada que merezca este tipo de respuesta.

Hank no desiste, da un poco de miedo porque Stiles había supuesto que iba a derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos.

—Tal vez quiere que lo toque,— gruñe en cambio, mirando a Derek con ojos centellantes. —Quizás a él le guste.—

Derek tuerce su brazo. Hay un crujido nauseabundo, y la cara de Hank se retuerce de dolor.

—¿Quién diablos crees que eres?— Exige el omega jadeando.

Derek se inclina más cerca.

—Soy el que te arrancará el corazón de tu pecho y se lo comerá si lo miras de una manera inapropiada.—

Hank lanza un doloroso sonido pero desafiante, tratando de salvar su dignidad.

Derek gruñe.

Al final, no hay competencia. Hank no tiene manada que lo respalde y por sí solo no es rival para Derek. En menos de un minuto, está inclinando la cabeza, todavía enojado pero el omega reconoce su derrota y Derek suelta su muñeca.

Hank cae al suelo acunando su brazo herido en una manera protectora.

Sin esperar que Derek se dé la vuelta, Stiles ya está corriendo hacia su auto.

* * *

Stiles no ha estado tan enojado en mucho, mucho tiempo.

Arroja su mochila dentro y solo se para allí con sus brazos apoyados en el auto. Cierra sus ojos, toma respiraciones profundas tratando se calmarse. No hay necesidad de reaccionar de forma exagerada. Todo fue completamente diferente de lo que había planeado, no es gran cosa. Debería haber sabido que Derek preferiría enfrentar las cosas cara a cara. La decepción que siente es infantil. Él es mejor que esto.

—¿Qué diablos, Stiles?—

Stiles aprieta los dientes.

—Tenía un plan,— dice sin darse la vuelta.

—El mío fue más rápido,— responde Derek.

Stiles casi puede escuchar el encogimiento de hombros en su voz.

Dios, cómo quiere estrangular al lobo ahora mismo. Pero se controla, porque la paz y la manada y todo lo que han tenido que pasar, pero eso no significa que no puede imaginar cómo fríe a Derek Hale a fuego lento por días.

—Si, la violencia,— espeta Stiles, jugueteando con su mochila para que no tenga que enfrentarse a Derek, —la solución a todos tus problemas.—

Derek se acerca y se para junto a él.

—Pediste mi ayuda. Lo hice. No entiendo por qué estás enojado conmigo ahora.—

Stiles cierra sus ojos. No lo estrangules. No lo estrangules.