Derek corre a su mesa habitual en el otro extremo de la biblioteca. Está lejos de la entrada, lejos de los zumbidos constante de los estudiantes haciendo preguntas y los pitidos de las máquinas de auto-pago. Muy alejado de las multitudes, lo suficientemente lejos como para llegar a la sección de historia del mundo que está escondida a la vista, llega hasta a los países de Europa del Este. Lo ama. Es el único lugar en donde puede hacer su tesis, y además lo suficientemente lejos para que no descubran su afición por observar al lindo estudiante nuevo, que de alguna forma consiguió un turno de noche en la biblioteca general en el lado este del campus.
El lindo estudiante, quien constantemente está en movimiento, girando un lápiz entre sus dedos largos, mordiéndose el labio inferior mientras mira algo en el escritorio móvil, haciendo un gesto de locura mientras habla con los estudiantes durante el proceso de pago. Ese lindo estudiante, finalmente tiene un nombre. 'Styles', al parecer, aún no tiene un apellido, pero ¿cuántas personas podrían tener ese nombre y asistir a la universidad? No muchos, supone Derek. Abre su computadora portátil y navega hacia el directorio de estudiantes.
Su búsqueda "Styles" arrojó 0 resultados.
Bueno, mierda. Se desploma en su asiento.
Obviamente es un apodo. ¿Quién llamaría a su hijo Styles?, Es un apodo, probablemente una broma sobre todas esas camisas a cuadros que el chico usa o algo así. Derek contempla el buscar en Google, pero ya sabe lo que encontrará. Él obtendrá "Styles", no Styles.
—Es con una i, no una y, amigo,— dice amablemente una voz detrás de él. Derek se sobresalta. Se vuelve lentamente, y sí, es el lindo estudiante, apoyado en un carrito de libros y agitando esos dedos largos y fascinantes hacia él. —Pero no estoy en la lista con ese nombre. Hola.—
Derek no dice nada, no está seguro de lo que podría decir. Acaba de ser descubierto buscando a otro estudiante, y además un estudiante menor, lo van a expulsar de la universidad. Tendrá que irse a vivir como un ermitaño a alguna parte. Él podría hacer eso. Quizás finalmente termine este capítulo.
El lindo estudiante Stiles, debe tomar su mortificación de manera diferente, porque la sonrisa se le escapa de la cara y deja caer la mano en un movimiento brusco. —Lo siento, dice. Voy a, eh, dejar en las repisas, ya sabes,— agrega, agitando una mano en el aire como si gesticulara hacia toda la maldita biblioteca. Se ve nervioso y eso de alguna manera tranquiliza a Derek.
Así que sonríe. —Hola. —
Stiles lo mira fijamente, completamente quieto por un momento, antes de asentir furiosamente. —Hola.— Se sonroja. —De nuevo.—
Riéndose, Derek se levanta y se vuelve para mirarlo a los ojos. Tal vez no tenga que convertirse en un ermitaño después de todo.
