Carter.
- Por encima de mi cadáver - gruñí.
«Mátalo, hazlo pedazos, se atrevió a tocarla»
Mi bestia interior rugía por dejarla salir. Me controlé y use todo mi fuerza de voluntad para no arrancarle la cabeza.
Necesitaba respuestas. El imbécil este me las diría. Por las buenas o por las mala.
- ¿Qué quieren de ella? - preguntó Sean cerniéndose sobre él. Su cuerpo estaba en tensión, preparado para convertirse en cualquier momento.
- Bueno, al parecer la lindura es nuestra futura reina, por lo que tengo entendido, - la sonrisa del desterrado aumentó mostrando una hilera de dientes putrefactos.
« Ya saben, hace trescientos años que no tenemos una. Nuestra especie se extinguirá y nadie recordara avernos visto antes.» Y además, si ella muere, tú mueres.
Dejé sin ningún esfuerzo salir a la bestia. Convertirse era liberador, como quitarse unos pantalones que te apretaban.
Su rostro horrorizado fue lo último que vi antes de arrancarle la cabeza y lanzarla lejos.
Gruñendo me di la vuelta hacia mi manada, ellos esperaban atentos mis órdenes.
- Reunir al resto y a los ancianos, los quiero en el santuario en quince minutos.
Ellos obedecieron sin rechistar, como era su obligación, y salieron corriendo transformándose en el proceso para aumentar la velocidad.
Cuando desaparecieron de mi vista corrí hacia el campamento de los humanos. Hacia mi humana.
Cuando organizamos el campamento para poder relacionarnos y aprender de los humanos lo último que esperaba es que ella volviera a mi.
Me importaba muy poco que no tuviera su olor, siempre recordaría sus ojos.
Me recordaban al color de las hojas después de llover, o al color de la hierba en primavera.
Cuando me acerqué a la entrada del campamento, un olor me hizo retroceder y caer literalmente sobre mi trasero.
Vainilla.
Recuperándome de la confusión me levanté y caminé con mis cuatro patas hacia dentro.
Ella se encontraba sentada en un escalón de la escalera.
Era la única en el campamento.
De ella provenía el olor.
«Ves te dije que era ella, imbécil»
Mi bestia quería salir y llevarla conmigo muy lejos de aquí, mi parte racional me lo impidió. Lo ultimo que quería es que se asustara. De mi.
Retrocedí sin dejar de mirarla, pero pisé una rama y la muy condena crujió. Ella elevó su cabeza hacia el ruido.
Me vio. Esperé a que reaccionara. Pero solo me miraba.
Era increíble la intensidad de sus ojos, te cautivaba, te atrapaba y no te soltaba.
Pensé que gritaría y saldría corriendo como si la persiguiera la muerte, pero me sorprendió cuando se levantó lentamente y caminó hacia mí.
Ella siempre me sorprendía.
Cuanto más cerca se acercaba más se intensificaba su olor, atrayéndome como un drogadicto a la droga.
Ella me hacía decir cosas verdaderamente estúpidas.
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Propiedad Privada.
Werewolf" No la mires, no la toques, ni siquiera respires en su dirección, ella es de mi propiedad " Hermosa portada hecha por : @SolGuariato & @FuckingFat Todos los derechos reservados. Prohibido su copia o plagio.