Capitulo 1

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Hoy es un día como cualquier otro un viernes 29 de septiembre del año 2017, Mi nombre es Maia tengo 18 años pensé que este iba a ser uno de los mejores años de mi vida pero no fue así lo que pasó fue todo lo contrario todo se convirtió en un completo desastre desde el día uno pero no de este año desde que nací.

Hoy era el cumpleaños de mi primita cumplía 8 años sino me equivoco, antes de llegar mis padres habían peleado de nuevo su relación era un completo asco, en medio del cumpleaños comenzaron a pelear otra vez mi papá había bebido unas cuantas copas de más y comenzó con las indirectas hacia mi mamá la cual no se quedó callada.

Odiaba esto todo el mundo los miraba y no decía nada, nadie intentaba hacer que se callen hasta los más chiquitos del cumpleaños miraban tal escena, mi hermana se encontraba llorando y a mi me faltaba muy poco para hacerlo.

-YA CIERREN SU MALDITA BOCA- Grito mi hermanastro, todos miraron hacia donde estaba el y mis padres quedaron en silencio, era un chico con facha de malo, en verdad era malo pero lo apreciaba, bueno solo un poco, camino hacia la mesa de los dulces y agarro un turrón, le dió un mordisco y volvió a hablar- Ustedes dos acaso se creen que están en una telenovela- los miro con lastima y repugnancia como solía hacer con todo el mundo- y ustedes son el maldito público o que? La verdad es que dan un completo asco- soltó riendo.

Yo me encontraba mirando la escena en una esquina apartado de todos, sentía como mis lágrimas bajaban por mis mejillas me sentía avergonzada y cansada de vivir así estaba arta de las peleas de mis padres, de lo que la gente decía, de la vida de mierda que tenía.

Con disimulo pase por atrás de mi gran familia, secandome las lágrimas no quería que me vean, cuando llegue a la puerta y estaba por abrirla alguien hablo.

- Hermanita a donde vas? - dijo con burla Oliver.

-No te interesa - dije para después salir de esa casa dando un portazo, camine hacia la reja abrí la puerta y sali completamente de ese lugar.

Camine por un rato pero no sé en qué momento mi respiración se había vuelto tan irregular, intentaba calmarme pero no podía, otra vez habían vuelto esos malditos ataques de pánico.

-Piensa en algo lindo, algo lindo- me repetía en murmuros a mi misma pero no lograba que nada lindo venga a mi cabeza.

Sentí a alguien agarrarme de los hombros así que abrí los ojos encontrándome con los ojos color Azules de un hombre.

- Tranquila respira conmigo inhala y exhala- decía mientras él también lo hacía.

Logré calmarme después de un rato de hacer todo lo que indicaba el señor que tenía frente mío - Gracias- dije mirándolo.

-No hay problema señorita, te invito un café ahí enfrente- señaló una cafetería.

Lo pensé por unos segundos porque era bastante raro ir a tomar algo con alguien que recién conozco, ya y que más da peor de lo que me pasa siempre no hay nasa- Mejor una Coca Cola no me gusta el cafe- murmuré.

-Como desee- hablo el hombre parecía muy educado y tenia un acento extraño pero muy llamativo.

Caminamos hacia la cafetería, entramos y estaba bastante vacía elegimos una mesa que estaba en el fondo del lugar, la mesera vino y el encargo dos tostados un café y una Coca Cola para mí, yo solo me mantuve en silencio, mirando hacia abajo.

Carraspeó su garganta y levanté la cabeza mirándolo ahora a el - ¿Cual es tu nombre?- pregunto.

-Maia ¿el suyo?- pregunté.

El soltó una carcajada- No me hables formalmente no me gusta- yo solo asentí- lindo nombre, el mío es Rafael un gusto-

- Igualmente- hable y llego la mesera con el pedido.

¿Esto Es Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora