Come back

prólogo

Despertando muy temprano en la mañana, cuando ni el sol ilumina aquella habitación pesimista, se ve en sus ojos el agotamiento que cada día le causa. La rutina siempre es precisa, nada nuevo al pasar las horas, sin ser la típica protagonista querida por su peculiar caracter y ternura. ¿será que todo fue su culpa?, de ser asi, ¿cómo podia perdonarse a si misma?. Ahogada en tristes pensamientos, como cada mañana, se limitó a emitir un largo suspiro, levantandose de la cama.
Toda su ropa era de color gris, negro y azul marino; si la ropa a veces expresa lo que sentimos, estaba claro que ella ya no era feliz. Pero, quien seria feliz en aquellas circunstancias sabiendo lo que ya esta hecho.
Estaba consiente de la fecha, era su "gran día", pero no estaba segura de que fuera grande, en el buen sentido, como todos se lo recordaban y repetian cada vez que tenian oportunidad de ello. Su mayor miedo desde que llegó al kasernen, era la llegada de ese día. Todo cambiaria, de nuevo, para siempre, como cada mala etapa de su corta vida.
Ya llevaba ahí 3 años, y lo mismo que a todos los chicos de 20 años les hacían, se lo harian a ella junto con otros de su generación. Era muy buena para ocultar sus sentimientos cuando se requeria, pero en esa ocasión le costaba mucho trabajo aparentar su falta de miedo. Decidida por fuera pero, al contrario, insegura por dentro, salió con paso firme de su habitación, sintiendose peor cada vez que se acercaba más. Con fuerza empujo la puerta para entrar a la sala principal, y enseguida, cuatro paredes la rodearon de donde salían extraños artefactos para obtener su identificación, después de acabar co  ese procedimiento, salió y vió aproximadamente a otros 30 chicos de su edad, a los cuales, jamás había visto.
Se sentó a esperar su turno, de pronto escuchó algo, y aunque queria que fuera su ansiedad engañandola, tenia que pasar.
-Eadlyn Miller, ¿lista para la prueba?
Tragando saliba tan nerviosa como se puede estar, con todos escuchando, especulo:
-Estoy lista.