CAPÍTULO IV

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> CAPTURADOS Y A SALVO <

El lugar era todo un caos, Eadlyn y Caleb no eran los únicos que trataban de localizar a sus familiares, que estaban viviendo en la escuela, la mayoría en ese lugar eran estudiantes o empleados de la misma. Ciertas caras eran conocidas como Caleb pero ninguna pertenecía a alguno de sus amigos y era difícil encontrar alguien entre la extensa multitud que había en ese momento.

Eadlyn de pronto, albergó un sentimiento de culpa, por lo que rompió en llanto bajando la mirada.

-Caleb- dijo entre sollozos -yo ... lamento todo esto-.

Al escuchar esto, se volteó rápidamente intrigado por las palabras de su hermana.

-hey-tomo la cara de Eadlyn y la giro hacia él para que lo viera-escucha, esto no es tu culpa, mira a tu alrededor; no tiene nada que ver contigo-

-No me refiero a eso-desviar la mirada hacia el frente-de no ser por mi ... -su voz se quebró y hizo una pausa -estado junto a Eleonor y mis papas en este momento, estaríamos todos juntos-.

-Tranquila, ellos seguro están bien, y no te apures; tu y yo vamos a salir bien de esta

-¿Lo promete? -en su mirada se puede apreciar el miedo que tenia combinado con un poco de esperanza-.

Por más que sintiera lo mismo que Eadlyn, tenía que ser fuerte para ella, tenia que protegerla.

-Lo prometo-en seguido la sección de las lágrimas con sus manos y la abrazó-.

 Pasó 1 hr. aproximadamente escuchando una y otra vez la fastidiosa alarma. Por su mente cruzó por un momento la idea de que probablemente no había pasado nada, o al menos eso esperaba, ya que todo estaba tranquilo, aparentemente. La idea se esparcía por que había oficiales del gobierno dentro y fuera de la universidad, cuidando aulas y lugares donde se refugiaban más personas. Era inquietante el hecho de que no dejaran entrar y salir a nadie, además estaban muy tensos, como si supieran y ocultaran la verdad de lo que estaba pasando.

 Llegó un momento en el que la alarma cesó, y el silencio resultó ser algo ensordecedor, pero todo acabó cuando surgió una intensa alteración de la parte de todos los presentes al escuchar que los oficiales del exterior comenzaron a disparar. No se podía ver a quién lo disparaban pero dejaron de escuchar los disparos de las otras armas por lo que dieron por entendido que habían arrasado con ellos los "otros".

 El director dio órdenes de cerrar las puertas de emergencia las cuales estaban selladas con una especie de artefacto electrónico que incluía contraseña para desactivarlas. Por instinto, todos empezaron a juntarse en las esquinas, lo más lejos posible de las puertas blindadas y el silencio que habían experimentado se volvió a repetir, solo que este resultaba más aterrador en vista de las circunstancias. Todo se descontroló cuando se empezó a escuchar una batalla afuera de donde estaban.

 Eadlyn volteó a ver a Caleb con los ojos rojos por las lagrimas comprimidas. A Caleb la piel se le erizó por completo pero sujetó a Eadlyn para hacerla sentir a salvo. Algo iba mal y al parecer todos se habían percatado de eso, se miraban entre ellos o mantenían la vista fija a la cerradura de las puertas.

 De golpe, la cerradura de las puertas de emergencia exploto y el ruido desatado era demasiado alto como para escucharse entre sí.

-¿Caleb?-dijo Eadlyn, pero solo se podían leer los labios-¿ahora qué?

-No te apartes de mi

 Unos hombres uniformados de color azul petroleo entraron al auditorio atravesando el agujero que se encontraba en las puertas. Todos se quedaron en shock cuando los callaron con algunos disparos al aire. Fue extraño que no hablaran como tradicionalmente lo hace el enemigo, solo apuntaban a las cabezas para que nadie se moviera ni hablara, en realidad era interesante como lo llevaban a cabo, tenían un tipo de lenguaje mudo por alguna razón y al percatarse de eso Eadlyn y Caleb se voltearon a ver con una mirada cómplice al darse cuenta de que los dos habían pensado en lo mismo.

 Hicieron una seña y pusieron a todos a formarse para salir del auditorio, y antes de empezar a caminar, de otros salones empezaron a salir más personas sometidas. Ahí Caleb pudo distinguir a sus amigos. Un sentimiento de alivio surgió en él y por un momento se sintió bien.

 Empezaron a caminar saliendo de la universidad, En la mente de Eadlyn estaba presente la duda de que estaría pasando con su familia, pensando en como pudo haber sido de no haber estado con Dustin, pensando cómo estaría él y sus amigas, cómo iban a estar ella y Caleb.

 Al parecer tenían suficientes recursos los "otros", pues los vehículos donde iban a trasladarlos hacia quien sabe donde, eran última generación y estaban muy bien equipados. Procedieron a incarlos, amarrarlos y a vendarles los ojos, y como en toda buena película de acción, empezaron a abordar los transportes. En ese momento fue inevitable que Eadlyn y Caleb se separaran y eso fue lo que más los preocupo, ya que según la formación, y por lo que pudieron entender, iban a ir en diferentes vehículos.

 Eadlyn tropezó varias veces pero logro entrar al camión que le tocaba, solo se sentía la respiración de otras personas, el sentimiento comenzó a ganarle, pero las lágrimas ya se habían agotado así que de sentir un nudo  en la garganta no paso. La camioneta comenzó a avanzar y todo permanecía en silencio y tranquilo, otra vez, hasta que el conductor frenó demasiado fuerte que impulso hacia al frente abtodos lo que estaban en el camper. Se escuchó un ruido extraño, aunque discreto, y después de un segundo las puertas se abrieron. 

Nadie sabia lo que pasaba, y como antes, nadie hablo. Eadlyn solo sintió un piquete que le causó un sueño repentino, no podía ver nada debido a que la banda cubriendo sus ojos aún estaba ahí, solo escuchó algunas palabras vagas y en seguida pensó en Caleb, antes de quedarse inconsciente por completo.

-Tranquila, estarás bien. 




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