Cynthia Gordon

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Capítulo 3-

El avión había sido de todo menos divertido, me refiero a que, intente ver una película, dormir, o incluso pintarme las uñas, lo único que pretendía era no pensar en lo que estaba haciendo, o me derrumbaría.

Iba por el aeropuerto, buscando a la familia, amiga de mis queridos padres, con la que pasaría mi estancia en Denver. Había oído hablar de ella varias veces en las cenas, pero nunca imagine que estaría buscándola en el aeropuerto de Denver. La familia estaba compuesta por Dog Gordon, amigo de la universidad de mi padre, lo había visto un par de veces, Mary Gordon su mujer, y una hija de mi edad, Cynthia Gordon, a esta nunca la había visto.

-Babette-oí gritar a una mujer. Me gire, y ahí estaba, la supuesta Mary Gordon con un vestido rojo y unos zapatos de tacón, que estoy segura que no me los podría poner o me caería- Oh, cielo, estas preciosa, ese bronceado te sienta fabulosamente.

-Gracias Mary-sonreí, algo forzada. A su lado estaba su marido sonriendo, con mis maletas. Imagino que la chica que está detrás escribiendo en su teléfono será Cynthia. Es bastante guapa, delgada, alta, pelo pelirrojo como su madre, eran muy parecidas, al menos en el físico, porque  en la ropa, mientras que su madre vestía como una modelo de Vogue, Cynthia, vestía con unos pantalones vaqueros ajustados, unas sandalias romanas.

-No hay de que, querida, mi marido Dog, ya lo conoces

-Encantado de tenerte con nosotros Babette, esperamos que te guste Denver-dijo con una sonrisa cálida-Esta es Cynthia-la nombrada, levanto la cabeza, me miro de arriba abajo y sonrió, yo le devolví la sonrisa.

-Hola-dijo-Soy Cynthia, iremos juntas este curso

-Babette, pero llámame Babi.

Llegamos a su casa, era preciosa, grande espaciosa y luminosa, se encontraba a las afueras, ya que vivían en una casa en el campo, pero Constance, el colegio al que iría, no estaba lejos de allí, ya que era como una enorme residencia, con jardín piscina, clases de última tecnología, actividades extra escolares, era uno de los mejores colegios del país, aun así para mí era espantoso. Ya me lo imaginaba, chicas y chicos mayores y pequeños que yo, ricos, millonarios, paseándose por el colegio como los reyes del mundo, si maravilloso. Tal vez no sea la más indicada para hablar ya que mi familia tiene bastante dinero, pero aun así me parece desagradable.

La que sería mi habitación en el próximo año era diferente a la de mi casa…bueno lo cierto es que, me encantaba, pero no quería acostumbrarme, estaba unida por el baño a la de Cynthia, y con esta compartía un balcón, al que le daba el sol y que estaba repleto de flores de todos los colores. Mi habitación era grade, con una cama enorme con miles de cojines, tenía un armario algo más pequeño que el de mi casa pero aun así tan grande como para poder meterme dentro y hacerme una mini habitación.

Me senté en la cama, blanda, ¿Así que así iba ser ahora? Tan diferente a mi antigua vida, suspiré. En ese instante entró Cynthia, y cerró, la puerta.

-Yo… siento mucho lo que te ha pasado-dijo bajando la cabeza y sentándose a mi lado

-No es tú culpa, ni la de tu familia-contesté levantándome y empezando a colocar las cosas en el armario.

-Tal vez si, mis padres se reunieron con los tuyos este verano, cuando estabas en Venecia, y ellos les contaron lo preocupados que estaban por ti, y que les gustaría alejarte de allí, así que mis padres les ofrecieron todo esto, yo losé porque estaba delante cuando lo hablaron y me siento culpable, aun que se que no hubiera cambiado nada, si mis padres no hubieran dicho nada no estarías aquí-acabe de colocar mi ropa mientras asimilaba, todo, Cynthia, no se movió de mi cama. Al principio, me sentí humillada, después enfada, tanto que me dila vuelta para echarla de mi habitación, ¿Pero que había echo ella? Nada , lo mismo que hubiera hecho yo, no podía culparla.

-Gracias, por contármelo

-Es lo que debía-respondió levantándose para irse

-Quédate, necesito una amiga aquí, y ahora mismo eres mi mejor opción-dije sonriendo, me devolvió la sonrisa, y sin  decir palabra, me ayudo a desempaquetar mis cosas, y colocar todo. Aquella tarde me di cuenta lo buena y curiosa que era Cynthia Gordon, se reía mucho, hablaba sin parar y solía sonreír y animarme cada vez que me entristecía, era como un libro abierto, y estoy segura de que si fuera de Loveland, sería  mi amiga.

Esa noche decidimos salir a escondidas y irnos a algún lugar de Denver donde el radar de sus padres no llegará a detectarnos.

-¿Amigas?-me preguntó mientras elegíamos la ropa.

-Pensé que ya había quedado claro, conteste al tiempo que me ponía un vestido negro y entallado.

Salimos por la puerta de atrás, la del servicio, cogimos un taxi en la esquina, y nos llevo al pub más lujoso de Denver, allí sin saber cómo conocería a una de las personas que definieron los siguientes años de mi vida, y a la cual ni con el paso del tiempo sería capaz de olvidar.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2012 ⏰

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