Vivir de los negocios era algo a lo que estaba acostumbrado el señor Choi. El padre de una joven, cuya vida había dado un giro drástico desde que su madre murió, su vida se volvió más lamentable. Un día su padre de la nada quería abandonar la ciudad, dejándole en claro a la joven que ella vendrá con él y de tan sólo pensarlo la hacía entrar en un sabor amargo, esto parecía ser tan injusto cuando va a mitad de su carrera, que con tanto esfuerzo había entrado, esto era por "problemas económicos".
— ¿Por qué quiere irse de Daegu? ¡No es lo que quiero!— preguntó deteniéndose frente a él.
— No es cosa de que quieras o no, yo lo decido, así que date prisa, tenemos un vuelo en dos horas — El hombre le da la espalda, era tan difícil hablar con él.
— ¡¿Por qué justamente cuando tengo que dejar la universidad?!
— ¿Acaso eres tonta? — La mira enojado — ¡Ya no me hagas más preguntas y ve a tu habitación!
— ¡Pero papá... — La interrumpe alzando su voz.
— ¡Mierda! Parece que si eres tonta, tienes edad suficiente para que entiendas lo que te digo. Largo de aquí — Chasquea los dedos. La joven MiSuk se fue a su habitación enojada sin decir otra palabra. ¿Qué carajos le pasa?
La joven no tenía otra opción más que obedecer a su padre, hizo su maleta con lágrimas en los ojos, aceptando que no volvería a este lugar nunca más. Observó el armario de su habitación vacío, los recuerdos de su madre era lo bueno que tenía, aunque no la tuviera a su lado. Después de terminar su maleta, su padre entró a la habitación sin previo aviso.
— Tenemos que irnos, apúrate — Ella lo miró enojada.
— ¡No puede entrar así!
— No tengo tiempo para eso, apúrate, es tarde — Tomó sus maletas y ambos salieron de casa, una casa llena de recuerdos. MiSuk había crecido en esa ciudad, decidió no decirle a sus amigos sobre mudarse, la culpa llegó pero, era mejor mantenerse así, sin despedidas. Al estar en el aeropuerto la hacía arrepentirse de inmediato, queriendo regresar a casa.
— ¿A dónde vamos? — preguntó a su padre.
— Ya lo verás... — Dirigió su mirada a otro lado evitando ver a la mocosa que arruinó su vida. Desde siempre el señor que tenía a su lado, había sido tan distante con ella, desde que tiene memoria, había perdido la esperanza de que mostrará por lo menos un poco de afecto, de que la tratará como ella le gustaba. La culpó de la muerte de su madre, a pesar de no haber hecho nada, sino simplemente verla agonizar en el suelo con sus manos llenas de sangre, esa imagen para una niña de doce años de edad, era aterrorizante y un trauma de por vida, los negocios tenían mucho más importancia que haberla llevado al hospital. Amaba a su madre, y de recordarla le rompía el corazón en mil pedazos.
Abordaron al avión y emprendieron el vuelo, no sabía a qué destino se dirigían, se colocó los audífonos con la música en alto, no quería escuchar ninguna queja de parte de su padre, si es que hubiera algo que le molestará, aparte de existir, ella sólo necesitaba distensión. El vuelo duró menos de lo que pensaba, llegaron en la noche a su destino. Han llegado a Seúl.
Bajaron del avión, tomaron sus maletas y salieron a toda prisa de ahí, y para evitarle algún problema a su padre, sólo lo siguió en silencio.
— ¡Rápido! Necesito encontrarme con alguien — La sujetó de la mano. Su padre la llevaba de un lado para otro, buscaba con la mirada a esa persona que tanto le apuraba ver. — ¡Ah, ahí está! Vamos — Sonríe victorioso. Él la llevó a otro lugar del aeropuerto dónde un chico los esperaba pacientemente.
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𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐍𝐎 𝐎𝐃𝐈𝐀𝐑𝐓𝐄 ┆ 𝐏.𝐉𝐌
Fiksi Penggemar𝗟𝖺 𝗂𝖽𝖾𝖺 𝖽𝖾 𝗏𝗂𝗏𝗂𝗋 𝖾𝗇 𝗉𝖺𝗓 𝗌𝖾 𝗏𝖾𝗂́𝖺 𝖽𝖾𝗆𝖺𝗌𝗂𝖺𝖽𝗈 𝗅𝖾𝗃𝗈𝗌 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖩𝗎𝗇𝗀 𝖬𝗂𝖲𝗎𝗄, 𝗇𝗈 𝗌𝖺𝖻𝗂́𝖺 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝖾 𝖾𝗌𝗉𝖾𝗋𝖺𝖻𝖺 𝖺𝗅 𝖼𝗈𝗇𝗈𝖼𝖾𝗋 𝖺 𝖯𝖺𝗋𝗄 𝖩𝗂𝗆𝗂𝗇, 𝗈 𝗆𝖾𝗃𝗈𝗋 𝖽𝗂𝖼𝗁𝗈 𝗋𝖾𝖾𝗇𝖼𝗈...