Una noche fría

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11 PM
Silas Dengamor no podía dormirse. Estaba muy distraído por las palabras de su madre que hacían eco en su cabeza:
"Nunca vas a ser un buen espadachín, y mucho menos un rey decente para Wendimoor."
Él sabía eso, y lo enojaba mucho. Estaba enojado porque, a pesar de lo mucho que se esforzase en ser un buen espadachín, no lo conseguía. El hecho de ser el futuro rey de los Dengamor lo aterrorizaba. Así que nadie lo podía culpar por no poder dormir de noche. En un punto decidió que necesitaba salir de la residencia, las paredes y la atmósfera lo sofocaban.
Era una noche fría y se arrepintió de no tomar un abrigo antes de dejar el castillo. Caminó sin rumbo por kilómetros, esperando que al menos se pudiese sentir mejor consigo mismo, no sentirse un perdedor. De pronto oyó a alguien caminando cerca. En ese instante se dio cuenta donde estaba, estaba en frente de la residencia de los Trost.
"No puedo creerlo ¿Cómo es posible que sea tan idiota? No sólo soy una decepción para mi madre, ahora voy a ser avergonzado por el enemigo o peor, asesinado."
Silas estaba balbuceando para sí mismo sin ningún plan de escape. Había un figura parada frente a él fuera del castillo.mirándolo intensamente. No había ninguna luz así que era difícil distinguir quién era esa persona así que, por una vez en su vida, trató de ser valiente y habló.
"¿Quién eres, hombre misterioso?"
El hombre contuvo una risa sin responder. Silas se estaba arrepintiendo de cada elección que lo había llevado a ese momento. Luego de un minuto el hombre le dio una respuesta, la cual lo dejó paralizado.
"¿Eres Silas Dengamor? ¿O estoy soñando?"
"S-Sí, soy yo ¿Eres el Príncipe Panto Trost?"
El hombre asintió, con una pequeña sonrisa satisfecha formándose en sus facciones.
Por otro lado, Silas estaba temblando internamente. No se han visto en mucho tiempo, y ahora la situación estaba haciéndolo sentir inseguro de sí mismo. Otra vez. Por suerte, Panto sabia como romper el hielo.
"Es un placer verte de nuevo. La última vez irrumpí en tu casa, ahora estabas a punto de hacer lo mismo para compensar ¿No?"
El tono que usó quería indicar que estaba bromeando con él, como lo haría un viejo par de amigos compartiendo un momento de felicidad.
A pesar de eso, no entendió la broma y entró en pánico.
"¿Qué? Oh no, absolutamente no. Yo solamente - "
"Tranquilo, estoy bromeando" Lo tranquilizó con un guiño coqueto. Silas se ruborizó ante eso, y Panto casi suelta una carcajada por lo tierno que se veía en ese instante.
"De todas formas, espero que podamos organizar para encontrarnos tan pronto como sea posible, si estás de acuerdo por supuesto."
Silas asintió enérgicamente y dijo:
"Me encantaría"
"Bueno, entonces qué tengas una buena noche y ven a verme en la cabaña mañana a la noche."
"Te deseo una buena noche a ti también. No puedo esperar para verte."
Una vez de regreso en su casa, durmió maravillosamente sin ningún estrés viniendo de su propia mente. Se sintió genuinamente feliz después de un largo tiempo gracias al príncipe encantador que lo invitó a pasar tiempo con él, libre de cualquier tipo de tristeza.
Lo mismo le ocurre a Panto. Estaba extremadamente contento de que Silas aceptó salir con él ya que no lo pudo olvidar desde aquella vez que lo conoció en la residencia de los Dengamor. Había algo especial en él y no podía esperar para averiguar más.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2018 ⏰

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