Capítulo 6

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*mañana siguiente*


La chica se sintió tan terrriblemente cómoda que le entró una pereza bastante grande al saber que debía levantarse, vestirse e irse a la escuela. Refregó sus manos en sus ojos quitándose todo rastro de legañas y se levantó para comenzar un nuevo día. Buscó la ropa que mejor convinaba y se la puso. Se sonrió en el espejo y salió para verse en el desayuno con sus amigos; bajó al comedor y vió cómo había encima de la mesa la comida de cada uno de los miembros y a cada uno comiendo su comida respectiva. Excepto cierto castaño. Lo extrañaba demasiado, no iba a mentir y algunas veces hasta llegaba a maldecir el momento en el que casi se besan. Con tan solo recordar eso su rostro se tornó rojo y se sentó en su silla. Tuvieron su charla matutina, con sus risas, anécdotas y etc. 

Kido se levantó para recoger todos los platos, mientras que Momo salía corriendo de la guarida para no llegar tarde. Rió al ver los movimientos torpes de la chica saliendo por la puerta; para después observar como un pequeño cuerpo salía de detrás de una puerta.

-Ya se ha ido, puedes salir y comer tranquilamente

El chico se sobresaltó un poco al escuchar a la peliverde y se acercó a ella.

-G-gracias por no decir nada Kido-san... -desvió la mirada- ... yo realmente no sé que me ocurre con ella...

-Come, anda-ríe un poco-

Hibiya empezó a comer poco a poco, degustando la comida y perdiéndose en sus pensamientos. Pensando en lo bonita que se había visto la peli-naranja mientras dormía, con sus pestañas descansando sobre sus pómulos, sus labios levemente abiertos, su respiración tranquila y el pelo levemente desordenado y cayéndole sobre sus ojos. No se reconocía a si mismo, nunca pensó que alguna vez podría llegar a tener esa clase de pensamientos hacia su amiga. Y lo que más le asombró, fue pensar que ya casi se había olvidado de sus sentimientos por Hiyori. Acabó su comida y le entregó los platos a Kido para posteriormente irse a su habitación. Sus ojos se volvieron rojos y pudo  ver a dicha chica en clases.

Se sorprendió cuando, a las horas, estaba haciendo pequeños corazoncitos en su cuarderno con el nombre de la mayor; provocándole un sonrojo enorme.

"¿Qué me está pasando?"

Pensó.

¿Estaría ya loco? Podría ser. Ahora su vida giraba en torno a la chica idol. Sus pensamientos y noches le pertenecían a ella y solamente a esa chica. Y dios mío, como había odiado que Shintaro les hubiese estropeado lo que podría haber sido el mejor momento de su vida. Sonrío incoscientemente al recordar lo cerca que había estado de aquel pecado llamado labios. Se había imaginado más de mil escenarios donde la de cabello naranja posaba los labios sobre loss suyos y la abrazaba con toda su fuerza. Diablos, ¿por qué tenía que ser ella tan alta? Y ya ni hablar de todos los años que se llevaban...

- Maldición.

-No deberías decir esas cosas, Hibiya-kun.

¡Rayos! ¿¡Acaso hoy era el día donde todo el mundo loasustaba?! Se levantó con rapidez y miró al chico gatuno observarle con gracia.

-Casi me das un infarto, joder...

-Vaya, será verdad que te gusta Momo-chan~ -dijo al observar todos los dibujitos que el pequeño habia hecho-

-¿¡Que?! ¡A-a mi mo me gusta ella! ¡Qué asco!

-No hacía falta que lo dijeras tan directo, ¿no crees? -Momo miró con aflicción al chico y salió del campo de visión de ambos varones-

-Ups... la has fastidiado bastante mocoso...

El castaño desvió la mirada.

-Total...ella no me interesa, solo es una anciana-mordió con fuerza su labio-

Y pareció que el mundo de ambos se había roto en pedazos; tantos, quee sería imposible volver a juntarlos...


O eso creían ellos.

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Bien, antes de nada, sé que soy de lo peor :(  creo que ya tengo una idea clara de lo que puedo escribir, y así poder darles el final tan esperado que se merecen. Gracias por haber seguido esta historia, se lo agradezco de verdad  <3

No te vayas...  [Hibimomo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora