Stalker. [Luke Brooks]

Capítulo 8

Desperté en el sofá de mi casa con todo mi cuerpo rígido, la posición en la que habia dormido no era lo que se dice... buena. Estaba cubierta con una fina frasada y traía la misma ropa que anoche, tal vez me había quedado dormida, sinceramente, no lo recordaba. 

Había pasado una semana desde mi pelea con Luke y desde entonces todo había sido un poco más suelto, y me agradaba. Yo dejaba que el tomara las riendas en o que sea que teníamos, y al parecer eso hacia que no se molestase.

De repente llegó a mi un oolor delicioso, como a vainilla, era algo dulce. Lo primero que se me ocurrió fue que a lo mejor mi madre estaría preparando algo para el desayuno, pero vamos, eso era imposible. Mi madre en su vida había cocinado algo "decente" ya que mi padre se ocupaba de ello, pero comienzo a pensar que por dentro el quería ponerle algo dentro de la comida de mi madre. Una vez que éste se fue mi madre se las ingenió para conseguir un ama de llaves, una niñera (que ya no necesitaba) y una cocinera. Aunque ninguna de éstas tres siguen trabajando en casa, ahora que aprendí a "cocinar" si es que así puede llamarse a calentar comida en un microondas.

Mis sospechas fueron ciertas: no era mi madre. Esto se confirmó cuando lo vi salir de la cocina con una bandeja en sus manos. Tal vez debería mencionar que Luke se había ocupado de hacer lo posible para que lo perdonara, y yo ya lo había hecho, pero disfrutaba que fuera así conmigo. Se sentó a mi lado y puso la bandeja en la pequeña mesa al frente nuestro. Había preparado de todo, jugo, café, galletas y hasta muffins. También había puesto un pequeño bombón en forma de corazón y me sonrojé, siquiera se por qué, tal vez ya que estaba siendo demasiado tierno conmigo.

—Un desayuno de la realeza para mi princesa... —susurró repetidas veces para si mismo, ya que aún no había notado que yo estaba observándolo porque el venía de espaldas y no pude evitar reír, haciendo que estuviese a punto de que se le cayera todo el desayuno que estaba en esa bandeja.—Casi me matas de un infarto Kelsey. —dijo cuando volteó.

—No es mi culpa que tu vinieras distraído —dije intentando parar de reír. —Gracias por el desayuno. —besé su mejilla.

—Por nada. —sonrió y comió una tostada con mermelada mientras hablaba lo cual me hizo reír aunque era asqueroso.

—¡Eres aun asco! —reí y el imitó el gesto.

El desayuno estuvo delicioso, aunque debo admitir que el comió la mayor parte. No sé como los chicos hacen para comer tanto, y seguir comiendo. Su estómago era como un pozo sin fondo, y no, no exagero.

Cuando regresé de lavar los trastes y acomodar de las cosas del desayuno que Luke no había acomodado lo encontré recostado en el sillón hablando por el móvil, aunque apenas crucé el umbral de la puerta para sentarme a los pies del sillón éste bloqueo la pantalla del aparato y lo guardo en el bolsillo trasero de su pantalón. Me dije que no debía preocuparme pero una voz en mi cabeza me dijo que nadie hacía eso a menos que intentara ocultar algo, aunque lo ignoré y sonreí. 

—¿Ocurre algo, Lukey? —odiaba ese 'apodo' que le había dado, pero a mi me divertía decirle así.

—No, solo voy a salir con... los chicos, hoy —respondío rápidamente sin siquiera darse cuenta que había utilizado ese nombre que tanto detestaba ¿qué diablos...?

—Oh, vale. ¿Con Beau y... Jai? —dije con un poco de repulsión al nombrarlos.

—Ehm, sí, y con... James, y Daniel. —me quedé un poco más tranquila, supongo, no podía hacer nada ni tenía "pruebas" en su contra para probar nada. 

—Está bien, cuídate, no conduzcas ebrio aunque sé que eso es imposible para ti —reí a medias, aunque lo decía en serio, no quería que se hiciera daño conduciendo...