"California"

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Veinte meses después...

Él pequeño Logan gateaba por la sala de estar. Su madre siempre tenía el suelo lleno de mantas gruesas para que él no tuviera que tocarlo con sus manos o su ropa.

Tyler estaba viendo Anatomía de Grey sentado en el sofá, y vigilándolo al mismo tiempo.

—Logan, no tires el chupete. —le dijo con cariño.

Él bebé le miró como si no hubiera roto un plato. Le dio una risa aguda que lo hizo reír de vuelta.

—Serás malvado. —murmuro.

Logan gateo hasta sus piernas, y se abrazo a ellas.

—Ty. —balbuceo.

Tyler sonrió. Tenía la suerte de ser su favorito entre todos los demás, salvado a Lennox, claro.

Le agarro por sus piernas rechonchas, y le subió a su regazo.

Él niño sonrió. Mostrando sus dientes diminutos. Le agarro la nariz con sus manos enanas de bebé, un hábito que era tan común en él casi como respirar.

Tyler suspiro, con una sonrisa tonta en la cara. De verdad que lo quería demasiado.

En ese momento, entró Jace. A su lado estaba Lana, su mujer.

Cuando Gine se fue, lo primero que quiso hacer fue olvidarse de la herencia, la boda, y su abuela. Lo único que quería era arrancarse la piel buscando a Gine por cada lugar de la tierra. El problema empezó cuando Lennox contó que estaba embarazada. Lochan la había dejado abandonada, y no tenía ningún recurso para criar al niño, así que Jace tuvo que casarse de todas formas. Por Lennox y él bebé. Necesitaban dinero, y cobijo, y Jace fue quien se ocupo de eso.

Una sonrisa se abrió en su rostro cuando vio a Logan.

—Logan. —sonrio.

Él pequeño era tan simpático y abierto con todos que era imposible no amarlo.

Desde las rodillas de Tyler lanzó un gritito, echando los brazos hacia él. Pidiéndole silenciosamente que lo cargará.

Lana río mientas Jace lo cargaba.

Él pequeño agarró también la nariz de Jace, y volvió a reír. Jace le dio un beso en la mejilla, y lo acuno en su cuello. Logan estaba tan acostumbrado a ellos, que se recostó sin pensar en el pecho de su padrino.

Jace le acarició la espalda, y le beso el pelo.

—Creo que es hora de dormir. —dijo con cariño.

Tyler bostezo.

—¿Te le quedas tú? —dijo.

Jace asintió sin pensarlo.

Lennox había sufrido tanto estrés con él bebé en los últimos meses, que había perdido seis kilos de su ya delgada figura. Estaba tan centrada en el niño, y en sus necesidades que se había olvidado de vivir. Lo poco que comía lo hacía a mil por hora, y dormía muy poco también.

Los chicos habían querido ayudar desde el minuto uno, pero Lennox estaba tan entusiasmada al principio que casi no dejaba que nadie mirase al bebé.

Ahora sin embargo todos se habían implicado un montón, y ayudaban muchísimo a la apasionada mamá. Kira le bañaba y vestía, Andrew le daba la comida, Josh le dormía la siesta, después Tyler se lo quedaba en la tarde, y Jace dormía con él en la noche. Habían dado a Lennox unas vacaciones en toda regla.

Lana sonrió hacia él bebé.

—¿Y Lennox sigue durmiendo? —dijo Tyler.

Jace asintió otra vez.

2. Complicadas Historias de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora