Al viento le pedí un deseo, un deseo guardado en el cofre de mis mas profundos anhelos.
El viento con toda indiferencia se negó a mi petición pero al observar mi cara llena de amargura se apiado un poco y me dijo: - Tranquilo, al fin y al cabo todos estamos condenados a la perdición.
Yo le insistí al viento hasta provocar su cólera, fue entonces cuando me dijo casi gritando con rabia proyectada en sus pupilas: - Ya me tienes harto ¿no ves acaso que no tiene sentido tu vida? Pues tu felicidad al igual que la de todos no vale nada e importa muy poco.
YOU ARE READING
Poemas de amor y de tristeza
PuisiPoemas: Una mujer Un deseo Un sueño Piérdete Muerto