El Diario De Una Soñadora [Furry/Yiff] (Pausada)

No Le Digas A Nadie... (+18)

Mientras estábamos hablando, ellos quizá caminaban por el parque, mi hermano dijo que hablará con él, y puede que le de la razón... Pero no estoy segura que funcione.

Estaba muy confundida, asi que decidí recostarme en un sofá.

-¿Acaso hice algo malo?- richard se recostó a mi lado.

-No... Descuida, es algo que ocurrió hace mucho tiempo, pero papá no lo ha olvidado, y supongo que tiene sus propias razones para estar decepcionado en estos momentos-

-Tranquila, fue un malentendido, estoy seguro que esto terminará pronto-

Cariñosamente él me abrazó, miraba al suelo pensando en que podría hacer mientras sostenía sus brazos.

Me levanté del sofá para para dirigirme a las escaleras, entonces miré a richard y dije.

-Ven, quiero mostrarte algo-

Entonces ambos subimos las escaleras para ir a visitar mi cuarto, o al menos las cosas que aún están aquí.

Recuerdo mi puerta, tenía una hoja de papel que dice: "¡Prohibido Entrar, Chica Cool Estudiando"

Que buenos recuerdos, al entrar las cosas aún estaban ahí, muchos peluches en una cama perfectamente ordenada, una computadora con pegatinas por todos lados, y por supuesto un poster de mi banda favorita.

-¿Enserio te gustaba esa banda? Escuchaba sus canciones pero nunca me gustaron- dijo richard.

-La adolescencia hizo cosas extrañas en mi, y creo que es mejor no recordar eso-

-Wow, te veías muy... Gótica-

-Si si lo se, fue una época oscura, vestía de negro con botas cubiertas de picos, pero en realidad era muy tímida y tierna, lo cual creo que era perfecto para mi-

-Y Bien... ¿Que querías mostrarme?-

-Pues... En realidad todo este cuarto, hay algunas cosas que no sabes de mi, y creo que ahora sabes algunas otras, pero eso era todo-

Ambos nos recostamos en mi cama, richard tomó un peluche y después dijo.

-Ehm... Candy, hace mucho que tú y yo... Ya sabes...-

-Ay no, lo siento pero esta vez no tengo ánimos para eso, además creo que si hacemos eso aquí, mi padre te querrá matar o peor aún, dejarte sin... Eso-

-Bueno, al menos lo intenté- él dejo caer el peluche sobre su rostro.

-Esta bien... Solo porque hace mucho que no lo hacemos- me recosté sobre richard.

-Entonces... ¿Que quieres hacer exactamente?-

Esta vez quería algo diferente, pero ese era el problema, ya hemos hecho de todo, pero hay una cosa que aún no habíamos hecho juntos...

-Haremos un juego, uno que me gustará, debes hacer que yo disfrute tus cariños...-

No me dejó terminar de hablar cuando dijo:

-Esta bien, será sencillo, MUY SENCILLO-

-Pero no puedes usar a este grandulón- dije mientras tocaba su entrepierna con mis patas.

-Esto pone las cosas un poco más difíciles, pero acepto tu reto-

Nuestras miradas se encontraron, él lentamente me quitó mi brasier entonces comenzó a lamer mis pechos.

No era muy excitante que digamos, pero al menos hacía el intento.

Durante unos minutos continuó asi, hasta que dije:

-Esto no es como lo imaginé, anda se que puedes hacer algo mejor-

-¿Que otra cosa quieres que haga?- preguntó lamiendo sus labios.

Entonces tuve la grandiosa idea de una fantasía que tenía, una un poco fuera de mis gustos habituales.

Me puse en cuatro patas, bajé mis bragas y pantalón frente a él y dije.

-Anda, sabes que quieres hacerlo-

Lentamente meneaba mi cola, sabia que lo tenía con deseos de hacer otra cosa, pero no puede hacerlo, asi que tiene que hacer lo que dije.

Se acercó a mi, olfateaba mi vagina con su nariz humeada, cuando tocaba me daban cosquillas.

Después comenzó a lamer, fue tan especial la manera en que sentía eso por primera vez.

Me recosté abrazando una almohada en forma de corazón que tenía en mi cama, cada vez lo hacía mas lento, probando cada rincón de mi, después su lengua entraba por mi vagina, era muy excitante la forma en que lo hacía.

Me sentía extraña, pero en verdad lo disfrutaba, sabía perfectamente que estaba haciendo algo indebido en una situación indebida.

¡¿Pero a quien le importa?! Lo disfrutaba, él también y eso es lo que importa.

Durante unos minutos disfrutaba como nunca que estuviese lamiendo, pero después sentí la mayor excitación de todas.

Mientras yo gemí de placer, richard estaba manchado con mi jugo, entonces solo me miró de forma pícara mientras lamía todo el néctar de mi vagina.

Estaba exhausta, pero sabía que debía recompensarlo por el gran trabajo que hizo.

Escribiré cuando pase algo importante...