Apenas lo vio supo que ese chico le traería problemas. Es algo que se siente, intuición femenina o alguna especie de sensación cósmica; sea lo que sea lo supo en cuanto vio entrar al colegio a ese muchacho pelirrojo con aire de superioridad y notó ese fuego en su mirada. Creo que fue un deja vu pero le pareció que se conocían de otra vida.
Su nombre es Juliette y es su primer año en la Universidad. Le adelantaron un año por sus buenas calificaciones, era capitana en el club de debate y campeona de ajedrez en su colegio anterior. Sonó la campana y se reunieron todos en el salón de conferencias que tenía la institución para reuniones importantes y darles la bienvenida.
—Atención alumnos… quiero darles la bienvenida al Instituto Brown Esmer de Enseñanza Universitaria. Soy la Directora Smith y quiero que tengamos un agradable comienzo de año. —dijo mientras se bajaba del estrado y entraba una fila de animadoras con una coreografía sacada de película.
Luego de esto se dirigieron al sector de administración donde les otorgarían las habitaciones y se conocerían a las compañeras de cuarto.
—Señorita Liebber, adelante —anunció un hombre moreno que acababa de asomarse por la puerta del estudio—. Puede tomar asiento, soy el Sr. Robert, enseguida regreso con vuestra compañera que será quien la escolte a su habitación.
—Muchas gracias. —dijo mientras notaba como su nerviosismo iba en aumento.
Tal vez fue que estaba absorta mirando las manecillas del reloj o que no dejaba de mover su pierna derecha pero no oyó que alguien estaba parado junto al marco de la puerta.
—Con que Señorita Liebre ¿verdad? ¿Ese es tu apellido? —soltó en un tono burlista y una sonrisa en la cara.
—Es Liebber, y creo que no es de tu incumbencia, sea quien quiera que seas —le dijo mostrando su mejor cara de enojada e indiferente—. Este es el estudio donde entregan las habitaciones para mujeres y no creo que vengas a solicitar una asi que lo mejor sería que te pierdas.
-—Ja ja... mejor te cuidas Liebre, puedo hacer que te expulsen de aquí tan rápido como viniste. Soy Lance, deberías aprendértelo para cuando me pidas que salga contigo.
—Eres un… —le lanzó enfurecida pero no pudo terminar la frase porque justo entró el Rector con una chica rubia, de cara angelical a su lado.
—¿Sucede algo Lance? Te pedí que vinieras a verme luego de que termine de completar mi agenda, tengo varias habitaciones que entregar a las nuevas estudiantes. Espero no te importe.
—No hay problema Sr. Robert, volveré más luego. Adiós Liebre. —dijo haciendo una reverencia como si quitara una galera invisible de su cabeza.
Era tal el enojo que cargaba en esos momentos que casi no prestó atención a las normas de convivencia que el Sr. Robert les leyó en voz alta.
—Y eso sería todo por ahora —concluyó mientras le daba una copia de la llave—. Anna será tu compañera y te guiará hasta vuestra habitación. Cualquier problema me buscas y lo resolveremos.
Caminaron hablando de cosas sin importancia por el pasillo hasta que se frenaron frente a una puerta con el número 93 y Anna puso la llave en la cerradura.
—Bueno, esta es nuestra habitación. Mi cama y mis cosas están del lado derecho. No toques mi equipo de sonido y nos llevaremos bien. Te puedo llamar Juli no?
—Ehhh sisi, puedes llamarme asi. Eres la primera persona que conozco, no tengo amigas y prácticamente no conozco el edificio.
—Puedo llevarte a dar un recorrido luego de ensayar con las animadoras. Me aceptaron hace una semana y tengo que hacer buena letra ¿sabes?.
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Semidioses
AdventureSabemos que los Dioses pueden ser olvidados pero.. ¿realmente pueden morir? Aunque todo lo que sucede en el mundo se rige por Leyes Antiguas y Dioses Mayores... ¿Podrá un grupo de Semidioses cambiar sus destinos y poner fin a los planes que se desar...