Historias cruzadas por la pasión.

Las presentaciones.

- Veo que hay una gatita nueva a la que nunca había visto en mis conciertos - Colín dijo esto colocandose a mi lado mirándome, alcé la vista hacia él. ¡¡Dios que guapo es!!.
- Colín, esta es Mayte, la hermana de San - le dijo Matt. Él no ha despegado sus ojos de los míos desde que ha llegado y si se cree que me voy a dejar intimidar, lo lleva claro, así que le sostengo la mirada, pero mi cuerpo me traiciona y empieza a flaquear haciéndome temblar levemente. Este hombre me desestabiliza.
- Encantado, Mayte - no deja de mirarme y yo, me levanto para saludarle, pero antes de darme tiempo a extender mi mano, ya ha puesto una mano sobre mi hombro y me atrae hacia él para darme un beso en cada una de mis mejillas.

Rápidamente se acerca el chico rubio y me dice con una sonrisa encantadora:
- Hola Mayte, yo soy Adam - y me da también dos besos. ¿Ha sido imaginación mía o Colín le ha mirado de reojo poniendole mala cara?.
- Y este, Mayte, es Jake - siguió diciendo Adam. Jake algo más recatado, también se acerca a mí para darme dos besos.
- Encantado de conocerte, Mayte - dijo Jake.
Se repite lo mismo con Colín, dos veces seguidas no puede ser mi imaginación.
- Yo también estoy encantada de conoceros - les dije con una gran sonrisa. Colín se gira hacia ellos y les dice:
- ¿No ibais a ir a por unas bebidas? Para mí una cerveza - Adam muestra su dedo pulgar haciendo el signo de OK y se va hacia la barra seguido de Jake.

- Bueno, ¿cómo es que no te he visto antes en ninguno de mis conciertos? - me preguntó mientras tomaba una silla y se sentaba a mi lado, demasiado cerca diría yo...
- No suelo salir mucho, ya sabes, el trabajo, la casa, la familia... - noté que le cambiaba la expresión de su cara, pero este hombre era difícil de descifrar y no supe interpretar su expresión.
- ¿Estás casada? - preguntó en un tono algo más frío, mirándome a los ojos y dándole un sorbo a la cerveza que Adam acababa de traerle.
- No, ya no, bueno... sí, pero es algo complicado - le contesté, dudando que decir.
- Cuéntamelo, soy bueno escuchando - dijo dirigiendo de nuevo su mirada hacia mí. ¿Está mirando mis labios? Mayte, tienes que dejar de imaginarte cosas...

Le conté a groso modo mi historia mientras él me escuchaba muy atento.
- Y eso es todo - concluyendo mi explicación.
- Osea que, ¿se podría decir que hoy es tu primera noche como mujer separada? - me preguntó con una sonrisa traviesa.
- Pues sí, una mujer libre - ambos nos reímos y brindamos con nuestras copas. De pronto, Matt se acercó a nosotros.
- ¿Qué tal cuñadita? ¿Te arrepientes de haber venido? - me preguntó en tono burlón haciéndome un guiño. Miré a Colín con una sonrisa atrevida y después volví a mirar a Matt.
- La verdad es que no cuñadito, al contrario, me alegro de haber venido - volví a dirigir mi mirada hacia él y de pronto, San me sacó de mi coqueteo tirando de mi brazo.
- Vamos hermanita, ven a bailar conmigo, ¡me encanta esta canción! - me llevó arrastrándome hacia la pista, me giré para mirar a Colín y no me había quitado la vista de encima, le guiñe un ojo y me puse a bailar con San.

Mientras bailábamos, San aprovechó para hacerme un interrogatorio.
- ¿Qué ha sido eso hermanita? - me preguntó, con una sonrisa pícara.
- ¿El qué? - le contesté simulando que no sabía nada de lo que me estaba hablando.
- Venga vaaa... ¿te crees que soy ciega? Desde que Colín te ha visto, no ha parado de dedicarte sonrisas, miradas y guiños - San estaba ansiosa por saber como me sentía ante tanta atención hacia mí.
- Es un hombre muy atractivo y... no sé, me gusta - le contesté mientras miraba hacia él, que aún no había apartado sus ojos de mí, me guiña el ojo y hace un gesto como brindando con su botella de cerveza en la mano. Le devolví el gesto con una amplia sonrisa.

- ¿En serio? - San empieza a reír a carcajadas echando su cabeza hacia atrás.
- ¿Qué pasa? ¿Tan raro es que me guste un hombre? - le dije un poco airada.
- No, no, para nada, al contrario... sólo que no me esperaba este cambio tan radical después de verte como estabas hoy - la cogí de la mano y la llevé a un rincón más tranquilo donde poder hablar con ella sin tener que levantar la voz.

- Ian tiene pareja, es con ella con quien se ha ido después de enterarme de todo y decirle que se fuera de casa - San me miraba con los ojos muy abiertos.
- Cuándo supe de esa mujer, creía que me moría, pero ahora al conocer a Colín, he notado esas mariposillas que sentimos cuando alguien nos atrae, me he dado cuenta que quiero vivir, que quiero volver a sentir, volver a disfrutar de las cosas buenas de la vida - San me abraza.
- Voy a volver a vivir de nuevo hermanita - su abrazo se hace más fuerte, se separa de mí y sujetando mis manos me mira con dulzura.
- Me alegro May, te mereces ser feliz y dejar de sufrir por alguien que jamás te mereció, echaba de menos verte sonreír así.

Sin decir nada más, nos volvemos a abrazar cuando llega Matt.
- ¿Todo bien, chicas? - ambas lo miramos sonriendo, le pellizco la mejilla y le digo:
- Todo bien, cuñadito, ve a bailar con tu chica que yo me voy a la mesa - se quedan cuchicheando mientras me miran. San empieza a contarle todo a Matt. Sonrío, hacía mucho tiempo que no sonreía así... Al acercarme a la mesa, Colín está rodeado de adolescentes que le piden autógrafos mientras se lo comen con los ojos y coquetean con él. No puedo evitar sonreír ante esta escena mientras me siento de nuevo en mi silla y tomo un sorbo de mi copa, notando la mirada de Colín sobre mí.

Al final, se deshace de las niñitas y apoyando sus codos en la mesa se inclina y se acerca un poco más a mí.
- ¿Qué te hace tanta gracia, gatita? - ¿Gatita? Me pregunto a mí misma mientras no puedo evitar volver a reírme.
- ¿A mí? Nada, ¿por qué? - le digo mordisqueando la pajita de mi copa sin dejar de mirarle. ¡¡Dios!! ¿Acaba de morder su labio inferior? No puedo apartar la mirada de él, es tan varonil y tan sexy, empiezo a ponerme un poco nerviosa.
- Este sitio es muy ruidoso y hace calor, ¿te apetece dar un paseo? - me preguntó.
- ¿En serio? ¡Por supuesto! - le contesté rápidamente.

Sin decir nada, me levanto, cojo mi chaqueta y le hago un gesto con la cabeza diciéndole que nos vayamos. Cuando estamos a punto de irnos, nos cruzamos con San y Matt.
- ¿Dónde vais chicos? - pregunta Matt con una sonrisa burlona mientras San me mira sonriendo pícaramente.
- Vamos a dar un paseo, aquí hace mucho calor - contesta Colín, soltando una sonrisita y haciéndoles un guiño.
- Nosotros no tardaremos en irnos, así que tendrás tú que llevarla a casa, hermano - le dice Matt sin quitar esa sonrisa burlona de su cara.
- No os preocupéis, os la cuidaré bien - Colín me toma de la mano y nos dirigimos hacia la salida, me giro una vez más para mirar a Matt y San que aún nos miraban con cara de bobos. Les guiño un ojo y miro a Colín de reojo con una sonrisa traviesa.