*°.‹JISOO›.°*

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Estaba guardando mis libros y sacando otras cosas, pero era difícil concentrarme con Jimin a unos cuantos pasos lejos de mí. Los chicos se acercaron a él y comenzaron a hablarle quedó completamente rodeado por ellos, aproveche la oportunidad, cerré mi casillero y me dirigí al salón de literatura, sin mirar atrás. Admito que ese día en la noche me sentía de maravilla y que fue de mis mejores experiencias en mucho tiempo. Pero estaba demasiado nerviosa cómo para acercarme a él y hablarle sobre eso, sin duda muy nerviosa. Tome asiento en mi pupitre y apoye mi cabeza en la mesa de este, ahogándome tranquilamente en mis pensamientos y debates mentales sobre aquel momento.

-¿Qué día es hoy? -escuche de repente lo que me hizo dar un pequeño salto en el asiento.

-¡Dios mío!

-Lo siento linda, ¿te asuste? -pregunto Rose acariciando mi brazo.

-Bueno, algo -apoye mi oreja en el pupitre y cerré mis ojos.

-¿Estas bien? -pregunta preocupada con un puchero en su rostro.

-Si, sólo estoy algo cansada es todo.

-Bueno si es así deberías de ir a enfermería, tal vez llamen a tú casa y puedas ir a descansar un poco.

Debería de hacerlo, la verdad es que no mentí, toda la noche estuve pensando en el suceso de ese día, no descanse nada y si no lo hacía iba a dormirme en cualquier momento. Pero debía de entregar varías tareas y algunos trabajos, creó que irme no era la mejor opción.

-Bueno no creo que sea para tanto sólo necesito descansar mis ojos, sólo un poco.

-Esta bien -miro el reloj de su mano -aún tienes tiempo -siguió escribiendo en su cuaderno.

Rose es una persona muy buena, y una amiga maravillosa. Ya entiendo porque Taehyung sale con ella. Son tal para cuál.

Alto, ¿qué clase es está?, no, no, no.

-¡Rose!, ¿Qué clase es está?

-Literatura, ¿por qué? -frunce el ceño.

No, mierda, significa que él vendrá a esta hora, no, no, no, no. La vida me adora.

Mi corazón estalló en una serie de latidos sin control uno tras otro. Se podían escuchar pasos cerca del salón.

-Es que, olvidé mi libro

Mentí, nunca olvidó nada, bueno lo hago pero hoy me concentré en el horario, o tal vez no, porque no recuerdo haber visto literatura a la primer hora. Porque literatura, porque no matemáticas, o dibujo, o alguna otra clase, yo que sé, otra cosa que no fuera literatura y mucho menos a la primer hora.

-No te preocupes, no creó que lo usemos.

-Eso esperó -la voz me temblaban, mi corazón no paraba y las manos no me dejaban de sudar.

Tragame tierra. Prefiero haber olvidado mi libro a mirarlo a los ojos. Basta, tranquila, calmada, no te preocupes, vas a estar bien. Además no debes de ponerte así, fue solo un beso, solamente eso y nada más. Si toca el tema o te mira actúa natural, no va a pasar nada. Escondí mi cara entre mis brazos y mi mesa del pupitre, tratando de tranquilizarme. Un teléfono interrumpió mi momento tranquilizante.

-¿Si? -se levantó de su asiento y se quedó en el marco de la puerta. No, no te vayas en estos momentos. -Esta bien voy para allá -se acerco hacia mi y colgó- tengo que irme linda -dio unos pequeños golpes en mi cabeza, asentí y la mire, tomo sus cosas y se fue.

-¿Y ahora que voy a hacer? -mi estómago dió un  vuelco.

Lo único que podía hacer era, aferrarme a la idea de que tendría que hablar con él, no había opción. Y no es que no quisiera hacerlo, si no que los nervios me comían viva. Y sin duda él lo provoca, es que a la vez es un ser noble y tímido pero en varios momentos me ha demostrado que puede ser rudo y difícil. Y yo soy alguien débil y tímida, que puedo brindar yo a eso.

 daddy issues (C A N C E L A D A)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora