Jungkook, un chico de 19 años. Un inesperado embarazo.
En un mundo paralelo y lejos de esta realidad, Jungkook y Taehyung son dos miembros de la AMHE, agencia de arte y música. Ambos, junto a sus cinco compañeros se dedican al arte como medida de e...
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𝑆𝑒𝑖𝑠 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒𝑠...
Taehyung estaba sentado en el sofá de la sala mientras leía un manga en su celular y masticaba un Snicker. El departamento irradiaba una inusual alegría y el ambiente era más divertido que de costumbre, la televisión emitía un programa de caricaturas con volumen muy alto, sobre la alfombra una caja de legos estaba vacía mientras una mini ciudad tierna y creativa estaba construida sobre ella.
—¡Hansol, ven aquí ahora mismo! —gritaba el pelinegro intentando atrapar a un travieso niño que corría en ropa interior con una expresión divertida. Lo había perseguido durante diez minutos solo para ponerle su camiseta y calcetines.
El pequeño era muy ágil, demasiado. Pero los miembros consideraban que si no fuese así les parecería muy extraño, pues era hijo del golden maknae después de todo.
El pequeño se lanzó a los brazos de su tío Taehyung causando que este dejara el dulce sobre la mesa y perdiera el hilo de la historia en su manga.
— Tío... Ayureme— susurró en el oído de su tío.
— ¿Qué pasa bebé? ¿Tu malvado papi Jungkook te hizo algo malo?— preguntó el castaño levantando a Hansol en sus brazos lejos de las garras de su padre. El nombrado bufó viendo cómo su hijo abrazaba con cariño a su compañero para que lo protegiera, Taehyung era como un niño más y siempre lo consentía.
— Voy a contar hasta tres, Hansol.
De pronto el pequeño temió por su vida.
— Uno...
— ¡AH! ¡Tío sálveme!—. El pequeño comenzó a treparse a la cabeza de Taehyung escondiendo su rostro.
— Dos...
—Ya rugiste —. Taehyung comenzó a correr lejos de Jungkook hacia su cuarto.
— ¡Tres!
Jungkook los persiguió enfurecido, dando fuertes pasos para asustarlos más.
— ¡AAAAH! ¡NOS VA A ALCANSAR!— gritaba Hansol riendo.
Obviamente, Jungkook era mucho más rápido que Taehyung, pero le divertía e ilusionaba la idea de ver a su hijo sonreír de esa manera junto al castaño. No lo quiso atrapar hasta llegar a la cama de la habitación de Taehyung.
— ¡Te atrapé pequeño lobo!— dijo tomándolo en el aire y recostándolo en la cama.— Te lo advertí.
Jungkook tomó aire y puso su boca en el estómago de su pequeño niño. Soltó todo el aire provocando un sonido parecido a una bomba de pedos. El pequeño reía sin cesar por las cosquillas.
