capítulo 11

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Cuando Clary llegó al restaurante las delicias ese día saludó  a sus compañeros de trabajo se puso su delantal y el quepis azul.

Any:  justo cuando no estamos repleto de trabajo en la UNI no viene tanta gente pero si es lo contrario te digo amiga mía el mundo se pone en contra nuestra.

Pedro la miraba con cara divertido, las ocurrencias de
Any siempre le hacía reír, era tan introvertida y alegre.

Clary: deja de quejarte Any y vamos a atender a los clientes.

Luego de ir y venir con los pedidos estaban  descansando y charlando en la cocina, de repente los ojos de Clary desviaron  a la puerta del restaurante lo que veía era inaudito vio entrar a la señora Dora pero eso no era el motivo de su asombro sino el muchacho que la llevaba del brazo. Se le secó la boca mirando aquellos ojos azules, el hombre más apuesto que nunca ha visto en su vida, llevaba una remera del mismo color que sus ojos, un jeans negro, un reloj, su cabello un poco desordenado, alto, de piel blanco..........

Any que estaba ajena a lo que ella veía balanceó las manos frente al rostro de ella diciendo Clary planeta Tierra te llama mientras se reía.

Es la señora Dora dijo Clary. La garrafa con patas dijo Pedro.

Ese es mi chico dijo Any.

Clary puso los ojos en blanco.

Any: por los Ángeles de California que alguien me diga que lo que mis ojos ven es real.

Si lo dices por el muchacho que viene con la señora Dora es verdad dijo Pedro.

Que exagerada dijo Clara mordiéndose su labio.

No puede ser dijo Any, siempre haces eso cuando alguien te impresiona te gusta, te gusta, te gusta, el muñequito te gusta empezó a decir como una melodía musical.

No es verdad dijo Clary y deja de molestar que cuando estas así sos insoportable.

Al darse vuelta se encontró con la sonrisa de medio lado de aquel  muchacho eso le derritio hasta el alma.

Ahí estaba la señora Dora con su vestimenta tan raro como siempre y la cara pintada como si una niña de cinco años hubiese tenido la oportunidad de jugar al maquillaje.

Tenía cara de pocos amigos y dijo chicas estas escenitas de adolecentes con hormonas alborotadas no me gusta para nada así que por favor les digo que se comporten.

La cara de Clary se volvió tomate estaba tan avergonzada.

Ahora que terminó la escenita dijo la señora les presento a mi hijo Lucas. Lucas  ellos son Pedro, Ana y Clara.

Cuando le estrechó la mano a Clara le sostuvo la mirada más de lo normal y esos ojos azules penetrantes hizo recorrer un extraño escalofrío por todo su cuerpo que no supo interpretar a que se debía, soltó bruscamente la mano de él como si una corriente eléctrica le hubiese quemado .

Cuando los dueños se retiraron de ahí Any se quedó con la boca abierta y dijo: que alguien me diga que ese papacito no tiene que ver con la señora Dora y que la vergüenza que nos hizo pasar fue un sueño.

Todo es por tu culpa respondió Clary, siempre tienes que ser tan impulsiva que nunca mides lo que dices.

Bueno señorita aburrida le dijo.

Durante ese día de trabajo no se volvieron a cruzar con el hijo de la señora, Clary agradeció internamente por eso ya que la sensación que le causó conocerlo era muy inquietante.

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Al fin te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora