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Él como todo un caballero se bajó de su vehículo sacándose su chaqueta y dándole a ella.
Hay que me derrito pensó ella.

Lucas pensó no se que tiene esta mujer que viéndola empapada, con los ojitos verdes y las gotas de agua que caen de su cabello me fascina más.

Fueron en silencio mientras la lluvia seguía cayendo.
Ella contemplaba al hombre más guapo que había conocido como si mirase un cuadro pintado. Tenía una mirada seria mientras manejaba, llevaba sus jeans, remera negra, su cabello un poco alborotado y el típico reloj de siempre.
De vez en cuando él desviaba su mirada hacia ella con su sonrisa de medio lado y ella agachaba la cabeza.

Deja de hacer eso dijo Lucas.

Que cosa? Respondió ella.

De morderte los labios cuando estas nerviosa porque te juro que si lo vuelves a hacer dejó de manejar ahora mismo y te los muerdo yo.

Su forma tan directa de hablar hizo que Clary casi se atragante con el chicle que tenía en la boca y un calor se instaló dentro de su cuerpo, eso hizo que él sólo sonría más.

Una de sus manos estaba en el volante y la otra mano dibujaba círculos pequeños en la pierna de Clary en forma tan distraída, con cada pequeño contacto la descarga eléctrica dentro de ella era inmensa que estaba por volverse loca.

Al fin te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora