Mil y un palabras que callé, acciones que no demostré cuando debía hacerlo, mensajes escritos a punto de enviar que reposaban en algún espacio digital, y poemas que nacieron con cada ilusión y con la destrucción de la misma, se encuentran expuestos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Más que entristecerme el hecho de que no me acompañes en este viaje, me iré con la pena de no verte, porque estos últimos días se me han tornado muy indecisos, inestables emocionalmente y puntualmente contigo. Esta obstinación de quererte conmigo, de no soltarte a pesar de habernos alejado físicamente, pero ahora más que nunca convencido de que sentimental y espiritualmente te mantuve junto a mí, viviendo y palpitando en mi ser, y tanto que lo grite o calle, no lo cambiaría, porque es lo que es; lo me que está pasando, lo que me ha venido ocurriendo y lo que me terminará volviendo aún más loco.
Quizá sea mejor desechar el mensaje y pretender que las cosas son como parecen, pero "quizá" es una bella palabra y circunstancia, que quizá continúe descubriéndome ante ti, porque me has enseñado y aportado mucho, y lo estoy aplicando. Porque pese a mi edad, ya logré comprender y dejar sólo de entender, ¿lo recuerdas?, quizá sí, ¿lo ves? Una palabra que resume y describe toda nuestras vidas; "Quizá"...
No estoy tan seguro de si estaré conectado virtualmente, por ello, adelantándome a la fecha, te deseo una hermosa navidad, deseando que no sólo sonrías, sino que estés feliz, que tus decisiones se midan por la corazonada de un suspiro de amor, no por saciar una sed tan vacía como lo es la sexual, que tengas mucho cuidado con aquellas personas que parecen cercanas, pero estás muy lejos de conocerlas. Recuerda que vales por tu esencia, que ningún canalla te intente desvalorar o hacerte creer lo contrario, ¡ya que se las verá conmigo! Y finalmente, pero no lo menos importante, que eres y siempre serás uno de los amores que me puso la vida, y no porque seas infinitamente adorable (sarcasmo), mas bien porque así tiene que serlo. En cuestiones del destino, no se puede forzar a cambiar lo que ya estaba escrito.
