Pese a lo que se llega a pensar, en las aldeas pequeñas no hay mucho para hacer, las actividades de agricultura y ganadería son comenzadas incluso antes del alba y para medio día estas mismas ya están terminadas, dicho esto, es natural que los jóvenes, que en si no tienen muchas responsabilidades, busquen diversas formas para matar el tiempo y dejar a un lado su rutinaria realidad. El claro ejemplo de ello eran 9 chicos, que entre los habitantes de aquel pueblo eran los que las destacaban, tanto por sus habilidades físicas como por su simple apariencia, cada dos semanas, los sábados por la noche, se reunían en el viejo templo en los límites de la aldea, a pocos metros del inicio del bosque al que, desde pequeños, les habían hecho prometer que jamás entrarían solos, nueve velas eran encendidas y en punto de la media noche, cada uno contaba una historia, fuese de misterio, terror o mera fantasía, cuando una historia terminaba una vela se apagaba y cuando finalmente la oscuridad reinaba era hora de irse a casa, las reuniones, secretas por supuesto pues sus padres jamás consentirían las mismas, podían durar menos de una hora, como mínimo o extenderse hasta altas horas de la madrugada dependiendo de las historias y si bien muchas veces los relatos ese repetían, el solo hecho de reunirse era suficiente para pasar un buen rato.
"-Se dice que en el bosque, muy profundo en sus entrañas, las más fantásticas criaturas asechan, tan maravillosas como letales, esperan a los incautos campesinos que se atreven a adentrarse más de lo debido en sus tierras, nadie sabe el destino de aquellos que han osado hacerse los valientes, pues solo unos cuantos han regresado y sus bocas permanecen selladas hasta el día de su muerte, pero sabed bien que...-"
-Kise-chin...-
-Ejem... sabed bien que solo desgracias son las que os esperan...-
-¡Kise-chin!-
-¿Qué quieres, Murasakibaracchi? ¿No ves que estoy en medio de un relato?-
La mirada de reproche del rubio se posó en el rostro aburrido de su enorme amigo de cabellos violáceos, la atmósfera de ensueño y misterio que se había creado se rompió y los otros dos presentes, Kagami y Kuroko, se miraron entre sí por unos instantes.
-¿Por qué cuentas eso? La historia del bosque nos la sabemos todos de memoria, los ancianos la repiten como si les pagaran por ello, además dijimos que esperaríamos a los demás- Respondió Atsushi, con la misma voz adormilada de siempre, para luego engullir un par de dangos de un solo bocado, el montículo de bocadillos con el que había llegado parecía reducirse a cada segundo.
-Murasakibara-kun tiene razón, Kise-kun, no estamos ni la mitad y no es justo que inicies la ronda así- Apoyó entonces Kuroko, que con rostro plano permanecía levemente recargado sobre el hombro de cierto peli rojo.
-Moo, solo era la introducción para el momento, empezar con ese relato siempre me ha gustado, le da ambiente a todo-
Un par de pasos se oyeron y de entre la oscuridad emergieron dos figuras tomadas de las manos, aunque al parecer solo uno estaba conforme con ello mismo y se notaba en la sonrisa pícara y bribona que relucía en su rostro.
-¡Takaocchi, Midorimacchi! Por fin llegaron-
-¡Osu! Sentimos el retraso, Shin-chan no quería salir sin su muñeco para dormir, dice que le da seguridad- Saludó el de cabellos negros con un tono burlón.
-¡Takao!- Exclamó Shintarou por su parte, con el ceño fruncido -No es un muñeco para dormir, es mi objeto de la suerte-nanodayo- Corrigió posteriormente acomodándose los lentes, mientras que en su mano libre se notaba un pequeño muñeco de tela hecho a mano y con la carita pintada con tinta.
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En lo profundo del bosque [Fanfic MuraAka] [Resubido]
FanfictionEn una pequeña aldea a las orillas de un espeso bosque, un joven incauto podría adentrarse en la situación más grande de su vida ¿Que sorpresas le depara el destino? ¿Que criaturas se cruzaran en su camino? Pareja principal: Murasakibara x Akashi Pa...